martes, 11 de febrero de 2014

Urdiain: 1827: apaleado y casi condenado en costas

“Sobre las heridas perpetradas en José Zelaya, vecino del lugar de Urdiain”.
El domingo 18 de noviembre de 1827 soplaba un bochorno fuerte; a las 9 y media de la noche es herido José Zelaya; avisan al Alcalde del Valle de Burunda, Martín Miguel López de Zubiría, de Alsasua, que inicia las pesquisas hacia las 2 y media de la mañana.
Los cargos de Urdiain los regentaban:
Regidor: Francisco Esteban Galarza, 30 años
Diputado: Pedro Simón Arrieta, de 40 años
Oficial (buruzagi): Martín Miguel Albistur, de 40 años

Cirujano: Francisco Beunza, de 43 años
            El día 19 declara el herido, José Zelaya, casado, labrador de 37 años, que no quiere personarse en la causa. Tenía siete golpes muy fuertes, 4 de ellos en la cabeza y los restantes en los brazos.
            “En el lugar de Urdiain del Valle de Burunda a diez y nueve de noviembre de mil ochocientos veinte y siete, el Señor Don Martín Miguel López de Zubiría, Alcalde y Juez ordinario de este dicho Valle, por testimonio de mi el escribano infraescrito, dijo que a cosa de las dos y media de la mañana de este día, se le dio parte y abiso por los Rexidores de este insinuado lugar, que un vecino de él había sido herido de mano airada a las nueve y media de la propia noche, y que procediese a recibir la correspondiente información de oficio, y en su cumplimiento ordena se reciba la misma practicando a el efecto las diligencias, que correspondan para aberiguar el hecho y delincuente o delincuentes, que hubiesen causado las heridas, y concluida y resultada se remita a la Real Corte Mayor de este Reyno, y para que en su vista proceda al condigno castigo de los culpados, a fin de que sirva de escarmiento a otros: De que se hizo este auto firmó el Señor Alcalde y en fe de ello yo el escribano.
Martín Miguel López de Zubiría
Ante mi, Miguel de Albizu, escribano.”
            “Declaración del herido. Luego en siguiente dicho Señor Alcalde, acompañado del escribano infraescrito y del Rexidor y Diputado de este lugar pasó a la casa habitación de José Celaya, de estado casado, y de oficio labrador, a quien se le halló postrado en cama a resultas de las heridas causadas la noche del día de hayer, a efecto de recibirle su declaración, para lo qual dicho Señor Alcalde le recibió juramento en forma debida de derecho sobre la cruz de la vara de su alcaldío, de que yo el escribano doi fe, para que a su fuerza declare quien o quienes le han herido, cuando, dónde, con qué instrumento y por qué causa, y absolbiendo dicho juramento ofreció decir la verdad, que es de edad de treinta y siete años y declara en la forma siguiente:
            Que el declarante, por estar fuera del pueblo uno de los oficiales o criado de los Rexidores a súplica del mismo, tomó el encargo de hacer las veces, y con ese motivo se presentó a una con Martín Miguel de Albistur, también vecino y oficial o criado de los mismos a la cada de Francisco Esteban Galarza, Rexidor, a cosa de las siete y media de la noche de hayer, y les ordenó fuesen a la Casa Taberna, y le esperasen en ella, teniendo cuidado a fin de que no hubiese camorra alguna, pues que dicho Rexidor apenas concluiese de cenar pasaría en persona, y a luego que los dos criados fueron a dicha Taverna, se presentó en ella el Diputado Pedro Simón Arrieta, haviéndose presentado el Rexidor Galarza a las ocho en punto, y en seguida mandó saliesen todos, y se retirasen a sus casas, como lo egecutaron, sin detención y enseguida fueron Rexidor y Diputado y el declarante y su compañero a dar una vuelta por el pueblo, y ver si había gente en la Aguardientería, y no haviendo encontrado a ninguno, les mandó dicho Rexidor fuesen el declarante y su compañero a tres vecinos y casas, para que fuesen a ...
COMPLETO EN PDF

No hay comentarios:

Publicar un comentario