lunes, 15 de julio de 2013

Alsasua: 1827: disparo fortuito de escopeta de Miguel Ignacio Elizalde



Alsasua: 1827: disparo fortuito de escopeta hecho por Miguel Ignacio Elizalde.

Medidas citadas:
Pulgada: 21,8 mm.
Cuarta: 0,19625 m.
Pie: 12 pulgadas: 0,26166667 m.
Vara: tres pies: 4 palmos o cuartas: 0,785 m.

A las 11 de la mañana se denuncia lo ocurrido entre las 10 y 10½ del lunes 16 de julio del año 1827 en el Barrio de Zuaztia: María Francisca Urdiain con un niño en brazos (José Martín Celaya) fue a tender unas ropas sobre un seto delante de su casa, cuando recibió un balazo, que entrando por el lado derecho de la mandíbula le salió por el izquierdo, siendo herido también el niño con dos postazos en la cabeza. El tiro había salido de una casa vecina, disparado de forma involuntaria, porque tenía amistad con Miguel Ignacio Elizalde, a quien se atribuía el hecho:
            “En la información de oficio recibida por el Alcalde del Valle de Burunda sobre las heridas egecutadas en María Francisca de Urdiain, muger de Fernando Celaya, vecina del lugar de Alsasua, y en su hijo tierno de pechos de cinco meses, resulta lo siguiente:
En el auto de oficio consta que a las once de la mañana del día 16 del corriente recivió el Alcalde un oficio escrito a nombre de los Rexidores de Alsasua, en el que dan parte, que a resultas de un tiro de escopeta disparado por Miguel Ignacio de Elizalde, vecino del mismo, por descuido, o sin acto premeditado, se hallaban heridos grabemente María Francisca de Urdiain, muger de Fernando Celaya, vecina de él, como también una criatura suia y que sus vidas peligraban, prebiniendo que el reo Elizalde se halla preso, y a su virtud deseando cumplir con su obligación, ordenó se reciviese la correspondiente información de oficio para justificar el hecho con todas las circunstancias, y que concluida y resultada, se remitiese a la Real Corte de este Reyno, para que en su vista y según culpa resultare, probea lo que corresponda en justicia.
La herida, María Francisca de Urdiain, declara que entre diez y diez y media de la mañana de dicho día 16 con su hijo tierno de cinco meses, que lo cría en sus pechos, y llebaba en sus brazos, salió de casa con el fin de poner a secar algunos paños en el seto de una huerta, que se halla frente a su casa por la parte del mediodía, y cuando ya llegaba a dicho seto a tender los paños o ropas, fue herida de tiro disparado de arma de fuego, introduciéndole la vala por el lado derecho de la mandíbula y su salida fue del otro lado, y como tenía en sus brazos al niño, también fue herido éste, y de sus resultas caieron madre e hijo al suelo. No sabe quien ha sido el delincuente de semejante disparo de tiro, porque no vio a persona alguna con arma de fuego, y solo podía asegurar que de la parte del Poniente fue descargada la misma de alguna de sus casas, porque la declarante hiba a tender los paños en el seto, y en aquel estaba mirando al mediodía, y por ello no tiene duda que por dicha parte del Poniente fue disparado el valazo, y aunque por entonces no vio a persona alguna, posteriormente a llegado a saber que sin quererlo disparó la escopeta Miguel Ignacio Elizalde, vecino del mismo lugar, con quien no se hallaba enemistado, ni tenía odio ni rencor, antes bien se estimaban mutuamente, y por ello le parece habría sido involuntario o descuido el disparo de dicho tiro, y desde luego le remitía y perdonaba el delito y ofensa causada a la declarante, y su niño. Preguntada si quería tomar parte en esta información, respondió que no quería tomar parte, en atención a que por lo que respecta a ella, volbía a remitir y perdonar y sin embargo que la justicia podía obrar de oficio...
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