viernes, 25 de marzo de 2022

1784 Irurzun Echeberri Erroz molino

 1784 Irurzun Echeberri Erroz molino

            Irurzun y Echeberri contra José Joaquín Eraso sobre que no se les impida el corte de árboles, que necesitan por su parte para la construcción de un molino y otras cosas.

            Se trataba de la construcción del molino de Erroz, cuyos planos había hecho José Aguirre, maestro albañil, vecino de Pamplona, “Cholorio”, para seis pueblos.

            En Izurdiaga había un molino aprovechando una regata, pero no podía moler más de medio año: “una regata de poco caudal, que desciende del monte, que se halla contiguo a él”; lo mismo le pasaba al molino de “Aldaz Echabacoiz”.

            A finales de 1784 Irurzun, Echeberri, Aizcorbe, Urrizola, Izurdiaga y Erroz deciden asociarse para construir un molino en Erroz.

            El 22 de diciembre de ese año el Subdelegado de Montes, José Ramón Oc

hoa de Olza, informa que no ve urgente ni necesario el derribo de árboles para su construcción, por los derribos que ha habido para la Armada y los que se piensa, serán necesarios.

            Por semejante informe los 6 pueblos contestan muy molestos, pues si no tuvieran necesidad de construir el molino, no se meterían en problemas; los montes son suyos y para sus necesidades; cada pueblo aportará la madera proporcional y tienen sus montes muy bien cuidados, como para poder disponer de los árboles, que necesiten.

            Joaquín José de Navascués era el Juez Conservador de Montes y Plantíos y Viveros y el día 23 de febrero de 1785, en vista de lo que dice el Subdelegado, niega la autorización del derribo del arbolado, que los pueblos precisan.

            “José Joaquín de Eraso, vecino del lugar de Murguindueta y dueño de él y su palacio” da poderes para pleitear contra Irurzun y Echeberri; era vecino de Pamplona “y forano de los lugares de Echeberri e Irurzun y dueño del palacio de cavo de armería del dicho lugar de Echeberri”, de quien era también el “Molino de Ajita”; aquí radicaba su protesta, pues dejarían de llevar a moler a su molino, contra el cual las quejas eran sobradas: producía mala harina, menos de la prevista y tardaba demasiado; llevando muy mal la molienda los diez últimos años.

            J. J. Eraso se opone por ser vecino e interesado en los montes de Irurzun – Echeberri y hace intervenir al Fiscal como interesado en los montes para las necesidades de la Real Armada; los pueblos le replican que lo único que pretendía era salvar las rentas de su molino en el río Ajita; insisten el 1 de julio de 1785 en que para construir pdf

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