miércoles, 27 de noviembre de 2013

Alsasua: 1647: a Iriarte le tira del mostacho Fernández de Garayalde y Lazcano

“El Fiscal y Miguel de Iriarte contra Miguel Fernández de Garayalde y Lazcano, Regidor de Alsasua, sobre tenencia de Mesón público y venta de mercancías para los pasajeros”.
El lunes, 20 de mayo de 1647, el pueblo de Alsasua hizo “una procesión por la serenidad del tiempo, a que acudieron muchos y faltaron otros, y a los que faltan a las dichas procesiones es costumbre echarles alguna pena en vino y beberlas todas juntándose los Jurados en Concejo o en otra cosa, para ello como dirán los testigos. Ítem que en conformidad de la dicha costumbre, la dicha ocasión, luego que se acabó la dicha procesión, el dicho acusado, como tal
Regidor cabo, llamó a su casa a los que a la dicha procesión habían ido, para que en ella asentasen las penas a los que habían faltado y las debiesen de vino, y el dicho acusado se puso a escribir y asentó los nombres de los que habían faltado, y al mismo tiempo empeçaron a dar de beber a los que allí estaban”.
En presencia de más de 60 personas, que estaban en su casa, rompió el papel, en que anotaba los nombres de los que habían faltado a la procesión y con cólera tiró los trozos, a los que allí estaban. Miguel de Iriarte le dijo que una cosa así nunca se había visto en Junta; y Miguel Fernández de Garayalde y Lazcano se levantó y fue a por él, pero lo contuvieron. Al poco rato se levantó de nuevo y tiró de las barbas y del bigote a Miguel Iriarte, arrancándole el bigote y trozos de la barba.
También se añade a la acusación que al tener el Mesón pone los precios, que quiere, y se recuerda que ha tenido pleitos con civiles y con clérigos, por los que fue desterrado, cumpliendo el castigo en Estella.
Algunos testigos exponen así la situación, pues al reconvenirle Miguel Iriarte, el Regidor acusado “le dixo: Qué habéis de ablar vos, desvergonçado; y le echó la mano a la cara... y le asió del mostacho y que le sacó en parte... el quejante se quexaba en la ora diciéndole: Vm. tirarme de los mostachos; y que enseñando a los testigos mucha parte de lo que así le rancó con violencia, que los llevó en el seno... le trató también de borracho”. (f. 19)
La versión y acusación de Miguel Fernández de Garayalde y Lazcano, que se presenta el 1 de junio de 1647, es muy distinta, formulando una nueva denuncia, para contrarrestar la otra:
“El Fiscal de Su Magestad y Miguel Fernández de Garayalde y Lazcano menor, vecino del lugar de Alsasua, como de derecho mejor lugar aya, cada uno por lo que les toca, quejan criminalmente de Miguel de Iriarte, vecino del dicho lugar, por lo contenido en los artículos siguientes de que entienden probar lo necesario:
1.º Primeramente que el dicho Miguel Fernández quejante es jurado del dicho lugar, quieto, pacífico, apartado de ruydos y pendencias, principal y bien nacido como lo dirán los testigos.
2.º Ítem que el lunes que se contaron 20 de este presente mes de mayo, estaba el dicho acusado con otros vecinos del dicho lugar bebiendo después de haber echo una procesión por la serenidad del tiempo, en casa del quejante, y viendo que le dicho acusado dava ocasión a los que estavan con él a vías de echo, le dijo el quejante por hevitarla, se fuera con Dios de su casa, que está pegante a la Plaça o junto a ella, y haviendo salido públicamente y en voz alta sin haverle dado ocasión ni fundamento para ello, dijo del quejante que hera un bellaco, infame, desterrado, hijo de puta, como lo dirán los testigos.
3.º Ítem que dicho acusado es usero y vecero en cometer semejantes delictos y otros más graves, porque siendo Regidor Esteban de Arça, escribano real, solo por haverlo nombrado por soldado para El Burguete en las ocasiones que se an precedido de guerras, le tiró un arcabuçaço públicamente a mediodía en presencia de muchas personas, como lo dirán los testigos.
            4.º Ítem que en muchas ocasiones a tratado de dar fuego a la casa de María de Muniain, su suegra, y lo hubiera echo, si no lo ebitaran personas de gran zelo, y así mismo a hido muchas veces a su casa con un arcabuz a quererla matar como lo dirán los testigos.
5.º Por ende suplican a vuestra Magestad mande recevir información al tenor de los dichos artículos, cometiéndola a qualquiera de los escribanos reales con la facultad hordinaria y piden justicia y costas.”
Las mutuas acusaciones resultaban fuertes, y el asunto quedó en suspenso durante algún tiempo, por mediación de personas en busca de una reconciliación; pero en septiembre se dio orden de captura contra Miguel Fernández de Garayalde y Lazcano, quien al no encontrarse en su casa, le embargaron todos su bienes.
El 27 de mayo de 1647 el Virrey le levantó el destierro, a cual había sido condenado en el pleito con el abad de Alsasua y Comisario del Santo Oficio Don Miguel de Arramendía, después de ...
COMPLETO EN PDF 5P

No hay comentarios:

Publicar un comentario