martes, 17 de julio de 2018

1552 Echarren Ureta y toponimia


1552 Echarren Ureta y toponimia
“Proceso del Señor Fiscal y Pedro Echarren contra Francés de Ureta o Echarren, alias de Irañeta, vecinos del lugar de Echarren, sobre la restitución de 56 carneros, que éste aprehendió diciendo los llevaba para la provincia de Guipúzcoa en contravención de la Ley, respecto de haberlo hecho en jurisdicción de este Reino”.
            El 20 de julio de 1552 declara “Francés de Ureta, vecino de Echarren”, que tiene 44 años y “es teniente de alcalde de Araquil, que lo es Charles de Eraso”. Unos días antes, el día 16, a mediodía fue apresado el ganado “en la endrecera llamada Errumes Arreta, término del dicho lugar” de Madoz(1). El camino iba por Eguiarreta y dice que por el puerto arriba lo llevarían a Leiza y de allí a Tolosa. Fueron de Echarren con el ganado hasta “Ayzmendia término de Madoz y de ay asta la endrecera de Errumes Arreta”.

            Pedro de Echarren el 3 de agosto de 1552 declara que en realidad fue asaltado por Francés de Ureta con otros cómplices, cuando después de pastar sus 56 carneros los traía de nuevo a casa; lo cogieron “en un monte llamado Viboran, que es término del lugar de Madoz”; expone que hace 16 años le quiso matar y que es enemigo suyo; por otra parte “a sido y es hombre soverbo y de mala vida y usero y vezero de cometer tales y semejantes delictos”. (f. 18. “Biboran” en los folios 39v y57v)
            Los de Echarren con los de Madoz tienen una facería.
            Para el 31 de agosto han muerto ya 7 carneros de los apresados y el Consejo Real manda que se vendan los demás y que el dinero quede en depósito.
            El 6 de octubre de 1552 declaran varios testigos, a los que se les lee su anterior testimonio “en bascuence”:
            “Martín de Astiz, criado de Francés de Ureta y de Echarren... de 30 años”, a quien sirve desde hace 4; participó en el prendamiento, como Pedro de Ureta, hijo de Francés de Ureta; sobre la muerte de esos 7 carneros dice que fue de “dolencia, porque los hígados y baços tenían dañados y la carne muy amarilla, los quales sabe que adolecieron, porque todos los dichos carneros heran cojudos y los carneros cojudos después de San Johan y San Christóbal se suelen descarnar y ban dañándose” y se han matado en las carnicerías de Pamplona. Se trata de animales no castrados, que tenían un par de años.
            El incidente lo da un vecino de Madoz por sucedido “en los términos de Madoz en la endrecera llamada Errusmesarreta”; vieron a los que apresaron el ganado “estar echados en suelo en acechança del dicho ganado casi junto ad aquel”; así repiten lo ocurrido en tierras “de Madoz en la endrecera llamada Errumesarrieta” y que iban escondiéndose “detrás de las matas, echándose de pechos en el suelo”.
            Decidió volver a “Echarren baxando por la dicha endrecera de Errumesarratea, que está a media legua del lugar de Echarren”. Sobre este paraje se dice: “No es lugar sospechoso, sino descubierto, porque dende el dicho lugar (Madoz) está el camino por donde suben a la dicha casa o yglesia de San Miguel, yendo desde Pamplona y Cuenca de Pamplona y muchos lugares de la Valle de Araquil no ay distancia de más de un tiro de piedra y está el dicho camino comprenso en la misma endrecera donde tomó los dichos carneros”.
            “Pedro de Hureta, hijo de Francés de Hureta y de Echarren, acusado y defendiente, de hedad que dixo ser de veynte años”, expone que su padre le mandó que siguiera a los carneros y “fuese este testigo a la endrecera llamada Urboran (sic) término del lugar de Madoz y agoardase por donde yrían los dichos carneros y estando en la dicha endrecera bio este testigo que el dicho ganado pasaban por la endrecera de Arratea hazia los montes de Madoz”; los demás criados esperaban vigilando el recorrido del ganado en distintos puntos. Cuando bajaban el ganado hacia Echarren, “toparon cerca de la hermita de las viñas de Eguiarreta al dicho abad (de Echarren), que yba a San Miguel de Excelsi” y les dijo que eran suyos aquellos carneros. El testigo es natural de Echarren, donde vive con sus padres.
            “Lope Ximón”, vecino de Eguiarreta, de 30 años, es natural de Satrustegui, y fue uno de los cuatro, que apresaron el ganado.
            El abad de Echarren era Don Carlos, hermano de Pedro Echarren, al que le apresan los carneros, y ambos vivían en la misma casa.
            Nuevas declaraciones se toman ante el notario Juan Satrustegui el 16 de agosto de ese 1552:
            “Sabat de Azparren, pastor, al presente abitant en el lugar de Echaberri... de 24 años... a bisto y be que los dichos carneros son cojudos y tienen dolencia y se mueren y se morirán, si no bendan presto por razón que dixo que por causa que están sin capar, y en este año ay mucha dolencia en el ganado menudo y se mueren muchos en muchas partes en este Reyno”.
            “Martín de Astiz”, habitante en Echarren de 29 años confirma lo del anterior testigo acerca de los carneros: “Son todos cojudos y dixo más que sabe y a bisto que los dichos carneros son dolientes y se mueren de dolencia especial, dixo que sabe que los dichos carnero en ser cojudos son más blandos y peligrosos de morir que los capados”.
            “Miguel de Eraso, pelegero”, vecino de Echarren de 50 años, dice que “los dichos carneros son cojudos y por capar”.
El 24 de octubre de 1552 declara “Joanes de Iparraguirre”, vecino de Betelu, de 40 años.

            El Consejo Real pronunció sentencia el 26 de noviembre de 1552 contra “Francés de Echarren, dicho Ureta”:
            “En la causa y pleito que pende ante nos y los del nuestro Consejo en primera instancia entre partes Pedro de Echarren, vezino del lugar de Echarren o Juan Martínez de Lesaca, su procurador, demandante de la una parte, y Franzés de Echarren o Martín Yvañes de Monreal, su procurador, defendiente de la otra, sobre cincuenta y seis carneros y el precio de ellos, que el defendiente tomó al demandante deziendo que los llebaba a la Provincia de Guipúzcoa contra el vedamiento y sobre otras cosas en el proceso deduzidas:
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