miércoles, 25 de septiembre de 2013

Alsasua: 1790: protesta por una puerta abierta hacia una era de trilla



Alsasua: 1790: sobre una puerta abierta hacia una era.

            Los cargos del Valle correspondían a vecinos de Urdiain y los ejercían:

Alcalde: Francisco Goicoechea y Echeverría,

Teniente Alcalde: Lucas Echeverría,

Merino o Almirante: Juan Francisco Larraza, natural de Ataun, habitante en Urdiain de 56 años.

A la muerte de Juan José Menjón (casado con Mariana Iriarte) sus herederos han repartido sus bienes, y “entre ellos han hecho partición de la casa principal e intentan hacer dos con ella, y a ese fin María Catalina y María
Gertrudis han dado principio a abrir una nueva puerta a la parte del Poniente”, de lo que protestan los vecinos, pues creen que pueden abrirla hacia el mediodía; es decir abrir otra en el mismo lado en el que está la puerta principal. María Gertrudis estaba soltera.

            La casa estaba en el Barrio de Zuastia, y distaba 9 pies de la de Miguel Goicoechea por la parte del “septentrión o cierzo”; y habiendo sido requerido el escribano Francisco López de Goicoechea para levantar acta, certificó el 4 de marzo de 1790 que estaba abierta recientemente “una puerta de 6 pies de largo y 3 de ancho”. Al parecer la puerta se abrió ese mismo día 4 al amanecer, con gran rapidez, pues para las 9 de la mañana estaba ya como la encontró el escribano, ya que imaginaban que se lo iban a impedir, dicen los que se oponen, Lecea y su compañero Goicoechea.

            El padre, Juan José Menjón, sabiendo que no tenía derecho a abrir ventanas, obtuvo permiso de los denunciantes, “para que abriese una visera o saetera reducida”, es decir una “ventanilla como de pie y medio en quadro”.

            El párroco de Alsasua era Don Martín Ascarza, hermano de Juan Ascarza, casado con Catalina Menjón; este Abad de Alsasua se llevaba mal con Cristóbal Goicoechea, y le acusa además de ser el clérigo el principal promotor del lío.

            Cada parte presenta sus artículos de prueba y declaran sobre los mismos los testigos que proponen. En primer lugar lo harían los favorables a Goicoechea el día 22 de marzo de 1790; la era de la disputa, a la cual accedía la nueva puerta, perdía derechos por la servidumbre de paso, y estaba al Poniente de la casa de los herederos de Menjón; cuya casa tenía su puerta principal al mediodía, sin que tuviera otra; en el reparto dicha puerta le tocó a José Miguel Menjón, uno de los hermanos herederos, así como una huerta enfrente de la casa; tenía 34 años y estaba casado con Manuela Uribezalgo de 39. Él mismo dice que anda “en varios pueblos en travajar en su oficio de esquilador o afaitador de azémilas.”

Sobre los Menjón sirvan estas referencias:

Del matrimonio Juan José Menjón y Mariana Iriarte (ya difuntos) vivían sus hijos José Miguel, Joaquín Miguel, María Catalina, María Gertrudis y Juan José Menjón, que se había marchado a Indias, y no participó en el reparto de la herencia, admitiendo que tendría su parte, si acaso volvía de América.

Las personas, que intervienen en la desavenencia, dejan estas señas:

Cristóbal Goicoechea y Echeverría, de 56 años, estaba casado con María Josefa Uribe, siendo su madre Teresa Fernández (viuda de Martín Goicoechea). Sobre el apellido Uribe suele citarse en general como Uribezalgo. María Josefa Uribezalgo era hija de Juan Martín Uribezalgo y de María López de Goicoechea.

La casa de los Menjón había sido de Martín Elizalde y Tomasa Sáez, quienes a su vez la habían comprado a María Martín Sainz.

José Ignacio Lecea estaba casado con María Catalina Echeverría; era dueño de una casa, que había sido del escribano ya difunto, Miguel Fernández de Garayalde y Lazcano.

Miguel Antonio Urrustarasu, de 45 años, estaba casado con María Asensia Uribe.

Los que abrieron la pared y colocaron la puerta fuero:...

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