domingo, 11 de marzo de 2018

1783 Echarren cargo de regidor


1783 Echarren cargo de regidor
            El pueblo pleitea contra Domingo Díez de Ulzurrun sobre servir el empleo de regidor.
            El lunes, 21 de julio de 1783, se presenta queja de Echarren para que Domingo Díez de Ulzurrun ocupe el cargo de regidor, con esta argumentación: “En las circunstancias de el día por la cortedad de vecinos, que llegan a seis tan solamente y de ellos se ocupan quatro cada año, uno en el referido cargo de regidor, otro en el del molino y los dos restantes, costieros o guardas”; cuando tratan de estos últimos nombran “el de costeraje para montes y playa”; cree el pueblo que viene a ser un abuso el no hacerse con el cargo como los demás, cuando disfruta de las ventajas, que ofrece el lugar.
            Se aporta al proceso copia de una sentencia sobre preferencias del 5 de julio del año 1596, actuando el secretario J. Burutain. El domingo 4 de junio de 1595 Pedro de Irañeta, Martín de Eraso, Hernando de Andueza y otros de Echarren se opusieron en la iglesia a que tuvieran preferencia alguna Miguel Díez de Ulzurrun y su mujer María Teresa de Ureta, y Martín Díez de U
lzurrun y su mujer María de Aldaz. La sentencia fue favorable a los dos matrimonios, que preferirán en adelante a los demás vecinos “en el asiento, ofrecer y tomar la paz e ir ante y primero en las procesiones y en las demás prelaciones de la dicha iglesia”.
           
            Tiempo después, el 10 de septiembre de 1716, como sucesores de Miguel y Martín Díez de Ulzurrun, recuerdan su preferencia “Graciosa Fernández de Mendibil, viuda, Juan Esteban Díez de Ulzurrun y Fausta Sagüés, su mujer, su hijo y nuera”. La casa se llama “Migueldizena”, que debe venir de este Miguel Díez de Ulzurrun.
            En las explicaciones, que efectúan el 3 de octubre de 1783, dicen que “para la seguridad de varios papeles, dineros y demás, que ocurriere al pueblo, construyó el lugar el año pasado de 1780 una arca de dos llaves y quedó acordado desde entonces tubiese la una el regidor presente y la otra el futuro, como de facto las entregaron a Marcos de Arraiza, que al tiempo lo era y a Juan de Astiz, que devía ejercerlo el siguiente de 81 y haviendo éste dado las cuentas concluido el año, se la entregó a Juan Pedro Goicoa, que por turno y según costumbre del pueblo le tocava a su casa, en cuia forma se prosiguió asta que concluido el 82, expresó el citado Goicoa tomase la llave, quien devía y contestaron los vecinos correspondía a la contraria y su casa, pero se escusó indevidamente, por lo que providenció el lugar quedase asta nuevo acuerdo en poder de dicho Goicoa, y posteriormente haviéndose tratado sobre ello en pleno concejo determinaron igualmente la recibiese el mencionado Ulzurrun, quien lo ejecutó sin repugnancia alguna”; ahora presenta excusas sin fundamento, como la preeminencia en la iglesia, que nada tiene que ver con el asunto del cargo de regidor.
            Domingo Díez de Ulzurrun continuó negando las obligaciones, que el pueblo le pedía y contesta que ello le viene de sus antepasados.
            Echarren responde que tales supuestos privilegios no los tiene, que ha cumplido con el cargo de costiero y sin embargo se niega al honorífico de regidor: “y el blasonar privilegios y distinción entre los demás vecinos es inconducente y muy despreciable, puesto que varios de ellos gozan la cualidad de nobles idalgos con tanto esmalte como el citado Ulzurrun, en quien todavía se ignora esta prerrogativa y sin embargo no han imaginado ni imaginan en tan rara y extraña esemción”.
            Presentan sus artículos a prueba los de Echarren y en el 5.º se lee: “Ítem que aunque en el frontis de la casa del dicho Ulzurrun hay un escudo con diferentes divisas, se ignora el que sea correspondiente a su ascendencia”.
            Contesta el 15 de diciembre de 1783 Domingo Díez de Ulzurrun que nadie duda de que el escudo, que está de antiguo en su casa, sea el de su apellido; que él es el vecino más antiguo de Echarren “y se alla muy cojo y se vale de un báculo para andar”.
            Para probar los artículos presentados por el pueblo declaran los testigos el 21 de diciembre de 1783:
Juan Pedro de Irurzun, natural y residente en Echarren de 50 años, es casero de Juan Pedro Goicoa.
“Francisco Arvilla, natural del lugar de Alli”, labrador de 40 años, residente en Echarren, donde vive desde hace 13 años.
“Esteban de Lazcoz”, natural de Echarren, labrador de 50 años.
“Miguel de Eyarabide, natural del lugar de Arriba y residente en este de Echarren, como pastor del ganado bacuno de sus vecinos... de 60 años... dijo haze 52 años que el testigo se halla de residencia fija y continuada en este lugar de Echarren”.
“Pedro de Errazquin natural y vecino de Eguiarreta... maestro cerrajero... de 55 años... dijo que el año de 1780 siendo rexidor de este lugar Marcos de Arraiza, su vecino concejante, encargó al deponente la execución de los zerrajes y llaves distintas con otros errajes para la formación y cerramiento seguro de una arca construida para la custodia de papeles y caudales pertenecientes a dicho lugar”.
“Juan de Astiz natural y vecino concejante de este lugar de ejercicio labrador de hedad de 56 años”.
“Marcos de Arraiza vecino concejante” de Echarren de 67 años.
            Los testigos presentados por Domingo Díez de Ulzurrun declaran el 23 de diciembre de 1783:
“Martín de Echalecu de ejercicio labrador natural del lugar de Izurdiaga y residente en éste de Echarren y casero de Domingo Díez de Ulzurrun... de 40 años”, donde está desde hace 26 años, dice que conoció como alcalde del valle de Araquil a Esteban Díez de Ulzurrun, padre de Domingo.
“Domingo de Aizcorbe”, natural y vecino de Ecay, de 74 años.
“Juan de Lazcoz”, natural y vecino de Eguiarreta, de 87 años... SIGUE EN PDF

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