miércoles, 24 de abril de 2013

Olaza 1762: insultos a los clérigos y pleito contra el cirujano y barbero



Don Juan José Biguria, presbítero, denuncia al cirujano Fermín Eleta por haberle injuriado.



Don Juan José Biguria era sirviente de beneficio, de 36 años, y estaba en Olazagutia, hacía ya un año, en concreto desde el 24 de junio de 1761; era natural de Salinas de Oro.

Los otros dos clérigos eran:

Don Francisco Javier de Aguirre, vicario desde hacía 8 años de Olazagutia, de 33 años, sobrino del escribano José Galbete.

Don Lucas Fernández, presbítero, que lleva de beneficiado 7 años y medio, de 33 años, era al mismo tiempo “Maestro de Niños”, de pueblo.

El médico del Valle de Burunda era Manuel Iriarte, y el cirujano que ahora actuaba en Olazagutia, Martín José Muruzabal.

El escribano real José Galbete había nacido en Olazagutia en 1682, y contaba ahora con 80 años, encontrándose “con varios ajes habituales”. Con el cirujano mantenía una gran enemistad.

Francisco Galarza, era un escribano real de Bakaikoa, del que dicen “se halla constituido en la adelantada edad de 75 años, mui sordo y sin aptitud para escribir de propio puño.” (f. 6)



El 9 de agosto de 1762 acusan al cirujano Fermín Eleta de haber ido a casa del cura Don Juan José Biguria y de haberle insultado así como a su ama; por ello apresaron al cirujano y lo enviaron a Pamplona, iniciándose un proceso por palabras de injuria:

 “M. Ilustre Señor. Los Regidores, vecinos y Concejo de el lugar de Olazagutia, con el más profundo respecto, no escusan el poner en la suprema consideración de Vs., que oi, fecha de la presente, a lo que serían entre doce y una de el día, Fermín de Eleta, cirujano que a sido de este lugar, asta el día cinco de henero de el presente año, que fue despedido por justos motivos de la conducción de este dicho lugar, a pasado a la casa de habitación de Don Juan Joseph de Biguria, presbítero natural de el lugar de Salinas de Oro, y sirviente de beneficio parroquial de este dicho lugar, persona en que concurren todas las partes y calidades necesarias de un buen sacerdote, le ha aprobocado tan desvergonzadamente que a no haver acudido prontamente jente, se hubiera perdido el buen sacerdote, que bastante paciencia tubo en contenerse, pues le supuso que falsamente éste, el vicario, el beneficiado y otros de este dicho lugar havían depuesto en el pleito, que el susodicho litiga contra este dicho lugar, con palabras ofensivas, y denigrativas al estado sacerdotal y a la ama, que tiene en su compañía, tratándola de puta, y haviéndosen enterado dichos vezinos y Concejo de todo lo referido, y de las circunstancias, que en la instancia de el Consejo están justificadas plenamente, a que se añade que es el susodicho tan alborotador, que no a todavía quatro días le provocó a Martín Joseph de Muruzabal, Maestro Cirujano, y le dio motivo a no haver mediado personas de buen celo para llegar a vías de echo, y con otras personas de la primera estimación de dicho lugar a tenido sus recios alborotos, que son ynaguantables, como declararán los testigos, y es tanto  ....
Por tanto Fermín Eleta llegó a Pamplona el día 11 de agosto y obtuvo el mismo día libertad con fianzas, pero dentro de la ciudad. La Real Corte mandó que un escribano cercano a Olazagutia y el Alcalde del Valle de Burunda recogieran información sobre lo sucedido; tarea que empezó el Alcalde Joaquín Galarza con su hermano Francisco Galarza, ambos de Bakaikoa, pues era el escribano del Juzgado del Valle.
            Los Galbete de Olazagutia y su grupo de adeptos hicieron que se quitara a Francisco Galarza, por su edad y achaques, de recoger los testimonios y los Tribunales enviaron otro escribano real de Pamplona.
A petición de Eleta se mandó que los interesados en el asunto, para que no influyeran o mediatizaran a los testigos, salieran a 4 leguas de Olazagutia. El escribano Galbete no cumplía con el decreto, pidiendo permiso para quedarse por su avanzada edad y achaques consiguientes a sus 80 años; la mujer de Fermín Eleta, María Antonio de Briones, pidió certificación a escribano comisario del incumplimiento de José Galbete de abandonar Olazagutia. Era además uno de los principales opositores al cirujano junto con algunos vecinos y los tres clérigos sopistas del pueblo.
            Fermín Eleta tenía al mismo tiempo dos pleitos, uno contra Miguel Galbete y otros y el segundo contra los vecinos del pueblo; presenta una queja ante el obispado por la postura de los clérigos, que actúan, declaran e inducen a los testigos a declarar en falso. Don Lucas Fernández, siendo maestro de la escuela de niños, la tenía prácticamente abandonada; así se había pasado 2 meses en Pamplona con asuntos del pueblo y a costa del mismo. El obispado mandó un aviso a los clérigos de que no se mezclasen en los litigios:


 ...

Viguria, y vio estaban riñendo dichos Viguria y Fermín de Eleta, y que ablaban hásperamente el uno contra el otro, y la criada de dicho Viguria le dijo a Eleta fuese con Dios a su casa, y acudieron a los ruidos el vicario y otras personas y que haviéndosen despedido yendo dicho Eleta para su casa a una con su muger, le dio alcanze Miguel de Galvete, y se asieron los dos, y caeron en tierra según expresa el dicho testigo 3, y la 4, que haviendo oído ruido en la casa de dicho Viguria advirtió ablavan en castellano, que no sabe la que depone lo que así ablavan, y acudido el vicario y otra mucha jente los separaron, a cuio tiempo le trató dicho Eleta a la serviciala de dicho Viguria de puta, combiene en que se asieron después de despedido, o separádolos caeron al suelo, y esta testigo, y la muger de dicho Eleta los separaron, y dicho Galvete le tenía agarrado de los cavellos y le quitó el virrete de la caveza a dicho Eleta.
 
, dijo dicho Viguria a Eleta fuese con Dios, que tanto él como sus compañeros estimaban sus almas, que a dicho Eleta le dijo Viguria hablase en bascuenze, que no avía allí personas que entendían castellano, y que hablando en idioma castellano no se sabría quien hablaba vien, y quien mal, no quiso dicho Eleta hablar en otra que la castellana, en que la maior parte de esto también combienen dichos testigos, que así mismo le hizo cargo dicho Viguria diciéndole...

lunes, 22 de abril de 2013

Olazagutia: 1618, 1619, 1652, 1695: personas y topónimos


Olazagutia: 1619: personas y topónimos.
(El apellido López de Goicoechea se simplifica en los hijos, al menos en el trato procesal)
Miguel López de Goicoechea, natural de Ziordia, se casó a Olazagutia con María García de Arziain, hija de un prestigioso cantero, y de ella tuvo un hijo llamado Antón (también otro llamado Miguel López); el 8 de julio de 1605 murió María García de Arciain. Al quedar viudo, se casó en segundas nupcias con Juana de Gariain, hacia 1606, de la que tuvo otro Antón. Ambos hermanastros pleitean sobre propiedades el año 1621, y se les cita como “Antón de Goicoechea”, mayor y menor.
El 1 de mayo de 1619 testó Miguel López de Goicoechea, casado con Juana de Gariain; era cofrade de San Miguel de Aralar, al que le manda 4 almudes de trigo, “y a la basílica de la Señora Santa Marina, que está sobre la Peña en par del lugar de Iturmendi, otros quatro almudes de trigo, a la basílica de la Señora Santa Theodosia, otro tanto.” Tenía una pieza en “Arquinauco çabala”. Hizo el testamento ante el escribano Juan de Arza, a quien el 9 de mayo de 1620 se le notifica que debe presentar su original “en el término del lugar de Alsasua junto a la hermita de la invocación de Santa Eulalia llamada Çanguito”; entre los testigos aparece “Joan Ochoa de Aranaza, vecino del lugar de Aranaza, en tierra de Minoria”.
Los testigos, que declaran a partir del 3 de marzo de 1621, presentados por Antón de Goicoechea mayor son:
“Joana de Ilardia, viuda de Phelipe de Asiain”, vecina de Olazagutia, de 56 años, natural de Ziordia, de donde salió hace 35 años.
“Joanes de Gastamiça”, vecino de Olazagutia, de 60 años.
“Joanes de Ilardia, sastre,” de 68 años, vecino de Olazagutia, donde vive desde hace 44 años.
“Madalena de Albiztur, mujer de Juanes de Erbina”, vecino de Olazagutia, de 42 años.
“Graciana de Arramendia, viuda de Diego de Albiçu,” vecina de Olazagutia, de 46 años.
Antón Barrena, vecino de Olazagutia, de 62 años.
“Gracián de Gaztamiça”, vecino de Olazagutia, de 46 años; declara que para el matrimonio que se iba a celebrar entre Antón de Goicoechea y María de Recalde, hija de Miguel de Recalde, le daba “Miguel López de Goicoechea su padre una media casa sita en Olaçagutia y en la endrecera de Inchaustia, pegante a casa de Diego de Ichaso”, el año 1606.
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Olazagutia: topónimos en un préstamo del año 1618.
Hacia noviembre de 1633 habían hecho un trato en Olazagutia María Ochoa de Mendiluce y su hijo Juan Erbina, con los hermanos Juan y Miguel Fernández de Garayalde y Lazcano (hijos del abad de Urdiain, el bachiller Don Miguel García Fernández de Garayalde y Lazcano): María y su hijo Juan Erbina daban dos machos y un buey, y los hermanos les hacían entrega de una casa y de 26 robadas de tierra. Resultó que la casa y las tierras estaban bajo hipoteca.
Se cita la casa en Olazagutia en el “Barrio llamado Errecaldea”, y las piezas sujetas a un préstamo por escritura del año 1618:
“Azpicodermaua... pegante a la cequia del molino”
“Hervitegui aran”
Pieza “junto a la vasílica de la invocación del Señor San Adrián”...
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Olazagutia: topónimos situando piezas el 21 de marzo del año 1695, según la grafía y el orden, en que se citan:
“Término llamado Arquinau o Alduya”; Mentilusabela; Ardanzearena; Mentilusabel; Infernauerreca; Larraiza; San Adrian aldea; Bazterrica; Iturrioz; Calbario; Arcaguibela; Mendibuztana. (AGN Protocolos, Notaría de Echarri Aranaz, Fernando Aldaburu, legajo 50 n.º 21).


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