1562 Echarri Aranaz puerto de Lazcoz
“Echarri Aranaz contra Burunda y
otros sobre contribución a los gastos por obras de reparación de los caminos en
la sierra de Lascoz”
El jueves 3 de agosto de 1562
Echarri reclama, tras el arreglo del puerto de Lazcoz, el gasto de 30 ducados,
más lo correspondiente a 200 hombres durante 2 días. A esta reclamación se
añaden otras de años posteriores; en mayo de 1569 se ha arreglado con gran
esfuerzo y gasto el puerto de Lizarraga; consta así mismo una sentencia del
Consejo Real del 4 de junio de 1569 acerca de la reclamación de Bacaicoa para
que Echarri arregle un mal paso: “Se manda que el merino desta ciudad aga
reparar el camino contencioso a costa de los pueblos cercanos conforme a la
necesidad y aprobechamiento de los dichos pueblos y lo aga azer por todo este
mes de junio y así se declara y manda”.
Pasó el mes de junio y al no haberse arreglado el Puerto de Lazcoz, los de Bacaicoa reclamaron su ejecución el 8 de julio del mismo año y se mandó que hiciese ese mes y que de ello se encargase el merino, que era Luis de Arbizu.
El 2 de agosto vuelven a reclamar
los de Bacaicoa, porque el camino está sin arreglar; este mismo día los de
Echarri piden que los pueblos cercanos y quienes más lo necesitan que
contribuyan en el arreglo; los de Ergoyena indican el 3 de agosto que ellos
nunca ha intervenido en ese puerto, que para nada lo necesitan: “y puede haver
dos años de tiempo, poco más o menos, que por mandado del vuestro Consejo,
Alonso de Azcona, sustituto patrimonial, a pidimiento y quexa de los de
Burunda, hizo a mis partes reparar el puerto de Liçarraga y el puerto de los
lugares de Torrano y Hunanoa, que costó el reparo de los dichos puertos más de
dozientos ducados y aunque los de la dicha villa de Echarri y los de Vurunda
fueron requeridos por los dichos de Yrgoyena, mis partes, que contribuyeron en
el dicho gasto, no quisieron hazer ni pagar”.
Luis de Arbizu, merino de las
Montañas, va por los pueblos de Burunda, Echarri y Ergoyena y todos le
presentan sus razones y escusas para no cargarse con la reparación, por lo que
se dirige al Consejo Real pidiendo que se aclare la sentencia, concretando qué
pueblos son los interesados y obligados a reparar el puerto:
“Luys de Arbiçu, cuyos son Oyz y los
palacios del dicho lugar, dize que como a merino, que es de la dicha ciudad y
su merindad y montañas... dize que seyendo el dicho oficio y cargo de merino
antiquísimo en este reyno y de los primeros oficiales de la justicia y con
jurisdición de poder recebir a petición de parte información y prender y asinar
por ello a los culpados y a qualesquiera delinquentes fragante malefizio sin
otra probisión ni mandato y seguir a los ladrones y salteadores de caminos y
apenar a que sigan y azer otras cosas que tocan a jurisdición en otras muchas
partes de la dicha merindad como son en la Cinco Villas y en otras partes y aun
asta en Pamplona dizen y ponen impedimento que no le dexarán llebar bara al
suplicante ni a sus tenientes, llebando los otros merinos y sus tenientes en
todo el reyno, por ende suplica mande prober sobre ello lo que fuere de
justicia. Luys de Arbizu”. Así lo firma el 24 de enero de 1570, cuando todo lo
ve nevado y que así seguirá, según cree hasta marzo, no pudiéndose hazer el
arreglo; además quiere saber quién le va a pagar sus viajes.
Del 17 de agosto de 1570 quedan
algunas declaraciones de testigos:
“Pero López de Çubiria, tablajero y
vezino del lugar de Bacaycua... de 30 años... hijo natibo del lugar de
Bacaycua”, casado y con hijos, dice que es necesario el paso de Lazcoz “para
los lugares de Bacaycua, Iturmendi, Urdiayn y Alsasu, que son de la Valle de
Burunda, porque en los dichos quoatro lugares ay más de dozientas hazémilas de
traginar y viven los más vezinos de los dichos lugares traginando” por lo que pasan
trigo, vino, lanas a San Sebastián, aceite etc. y también pasan “aragoneses y
valencianos y probincianos y de la Tierra de Estella y de todo este Reyno”.
“Don Pedro de Çubiri beneficiado y
vezino del lugar de Bacaycua... de 70 años” y nativo del mismo, donde lleva 40
años de beneficiado.
“Miguel de Bengoechea vezino del
lugar de Bacaycua... de 29 años”, nacido en Iturmendi, pasó a vivir a Urdiain a
los 17, sirviendo 3 años de “mulatero”, casándose después a Bacaicoa, donde
anda de arriero. Como los anteriores testigos dice que por el Puerto de Lazcoz
se han despeñado con sus cargas algunas acémilas, entre ellas “tres de moriscos
con sus cargas, que se hizieron pedaços por el puerto abajo”.
“Pedro de Iriart, vezino del lugar
de Bacaycua” de 60 años, nativo del mismo, repite al igual que otros testigos
de Burunda que solían arreglar voluntariamente el camino y sobre todo quitaban
la nieve, abriendo así el paso por dicho puerto.
El 26 de agosto de 1570 se firma un
“auto echo en el Puerto de Lazcoz entre los de Echarri y Ergoyena y Pedro López
vezino de Bacaycua”; llegaron a la conclusión de que “se podía reparar y
adreçar el dicho camino y puerto con menos de cient y sesenta peones y que los
pueblos que son interesados en la Valle de Burunda en el dicho puerto, que son
el dicho lugar de Bacaycua y los lugares de Iturmendia, Urdiayn y Alsasua y
pues allaban poderse hazer con poca costa el adreçar y hazer el camino y pasos
del dicho puerto y que podían gastar más en pleito que no en adreçar, acordaron
y trataron entre los dichos alcaldes de la villa de Echarri y Tierra de
Ergoyena y el dicho Pedro Lopez que los de la villa de Echarri y Tierra de
Ergoyena llevasen al dicho puerto el lunes siguiente ochenta peones para
trabajar en él y si más pudieren más y que en este medio se apercibiesen los
dichos pueblos de Burunda para que contribuyesen con peones o dineros la dicha
su parte y si alguno de los dichos pueblos no quisiere contribuyr en ello que
se proseguiese contra él por justicia hasta hazerle pagar su part que le
cupiere en la costa y peones el reparo del dicho puerto”; fueron testigos don
Domingo Erdocia, vicario perpetuo de Echarri, Pascual Jaca, almirante de
Echarri y concurrieron los alcaldes de Echarri y Ergoyena.
Al día siguiente, día 27, se comunica
el auto a los jurados de Bacaicoa, que eran Juan López Bazterra y Juanes de
Urdiain, quienes aceptaron el pago de la parte que les correspondiese.
El 28 de ese mismo agosto los de
Alsasua al escuchar el acuerdo contestaron que “ellos no tenían que estar al
dicho concierto ni pagar cosa ninguna, porque no heran interesados ni gozaban
ni pasaban por el dicho puerto”. A esta contestación negativa se sumaron el
mismo día los de Urdiain y los de Iturmendi.
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