1766 Castración
“Memorial
del cirujano mayor don Martín Darrayoaga exponiendo a las Cortes los graves
inconvenientes de permitir hubiese castradores de la especie humana”
“Ilustrísimo
Señor. Martín Darrayoaga, cirujano mayo y cathedrático de anathomía del Santo
Hospital General de esta ciudad, con el maior respecto dice que deseando dar a
luz el error en que han vivido en este Reyno diferentes personas, que se han
fiado en estos que se llaman castradores, fiando de ellos la salud y curación
de las quebraduras, que han padecido o a espensas de sus propios intereses y
aun de sus vidas, le a parecido hacer demonstración con las pruebas más
evidentes, adecuadas y propias del Arte Chirúrgico, son perjudicialísimos en el
Reyno y aun acredores a que V. S. Ilustrísima providencie con el acertado
acuerdo que acostumbra, no se permitan semejantes castradores o emasculatores
en el Reyno para los vivientes racionales, sino únicamente para los
irracionales, porque no queriendo el Autor de la naturaleza acer immortales por
sí mismos a los entes particulares, sino que ha permitido y permite se
perpetúen produciéndose unos a otros cada uno en su respectiva especie,
valiéndose de este medio con igualdad entre todos los vivientes, no quiso
exceptuar al hombre de esta regla general.