martes, 7 de mayo de 2019

1562 Villanueva robo de hilo e insultos 1575 Insultos y acuerdo

1562 Villanueva robo de hilo e insultos
1575 Insultos y acuerdo
            Miguel de Irañeta y su mujer María de Villanueva denuncian por injurias a Miguela de Yabar (casada con Miguel Beramendi).
            María de Villanueva había llevado hilo a tejer a “Ugarte”, a casa de María de Gainza y Miquela decía que el hilo se lo habían robado a ella. La denuncia es del 18 de diciembre de 1562 y entre los testigos que declaran el día 30 están:
Miguel de Arruazu, portero y escribano real, vecino de Huarte Araquil de 35 años.
Juan de Andueza, escribano real y preboste de Huarte Araquil, de 28 años: “Este deposante con mandamiento del alcalde de la dicha villa fue a hazer una enpara de unos hilos o lienzo, que estaban en poder de Catalina de Huart, viuda, la qual dicha empara este testigo hizo a pedimiento de Miquella de Billanueba, vezina de Yabarr... el quoal dicho mandamiento y autos de enpara están en poder de este testigo”.
            Los artículos de Miquela de Villanueva, mujer de Miguel de Beramendi, vecinos de Yabar, hechos el 5 de enero de 1563, se basan en que le faltaron de la huerta unas madejas de hilo; que María de Villanueva tenía en telares de Huarte Araquil un lienzo sin terminar por falta de hilo y coincidió que pasó Miguel Irañeta cerca de la huerta y se llevaron el hilo pa
ra terminar el lienzo: “Así con esta presunción fuy a la villa de Huarte donde los dichos Miguel y su mujer dieron los hilos para hurdir tella y conocidos ser suyos los hilos los hizo enparar y detener a mano de Rey y asta que se declare cuyos heran y no por injuriar a ellos”.
            “Ítem que dende Villanueva nunca nadie enbió a urdir tela ni lienço a Huarte por razón quen Villanueva, Yabar e Irañeta ay muchas tecedoras y ellas suelen tecer los lienços de Villanueva”
            Miguel de Irañeta y M.ª de Villanueva quedaron detenidos en Pamplona el 11 de febrero de 1563; también por haber hecho la “enpara” Miquela de Villanueva pasaría a Pamplona donde obtendría libertad bajo fianza; así mismo se decretaría libertad a favor de los primeros con fianza de 20 ducados.
            “Miguel de Irañeta y su mujer, vecinos de Iriberri”, dicen que el día que faltaron las madejas, a mediados de noviembre de 1562, estuvo todo el día trabajando en Eguiarreta.
            Hay una carta de Fray Martín de Aguirre, al rector don Julián de Andueza, en la que le da cuenta del robo de unas 14 madejas de hilo de una huerta de Yabar hecha por unos soldados, y que pide se lea en la iglesia:
            “Muy manífico y muy reverendo. Nuestro Señor Dios dé a vuestra merced muy muchas Pascoas del Espíritu Santo, para su santo serbicio, amén. Yo soi un poble flaile de San Francisco serbidor y capilán de vuestra merced, aunque no tenéis noticia de mi soi sobrino de don Juan de Aguirre, rector de... que morió a tres años y bibo en Arançaçu y la causa de mi escribir ésta es esta quaresma pasada e estado en San Sabastián confesando a la gente y entre otros muchos negocios se me descubrió un negocio que se acaeció en este pueblo por Sant Andrés pasado hizo un año poco más o menos un día de lunes quando tenía en ese pueblo muy gran regocijo y fiesta y es que pasando por ese lugar unos pobles soldados tomaron de una huerta quatorce madexas de ylo y como yo no le podiese asolber sin que restituyese a cada uno lo suyo la parte me dio ocho reales y dixo que en su conciencia no balían más y a esto que quisiera hacer satisfación de este negocio antes de agora, más no e tenido oportunidad de mensajero hasta agora por tanto suplico a vuestra merced por serbicio de Dios que procure de saber cuyas eran las dichas quatorce madejas y que dé esos ocho reales, que ban con ésta y si por ventura balían más vuestra merced pedirá perdón de lo demás de mi parte y ánselos de dar ante cinco o seys testigos conforme al derecho y leyendo esta carta y aun a mi parecer sería muy bueno y sancto que vuestra merced fuese serbido de la leer un domingo al pueblo públicamente, porque más de las veces mal pecado suele acontecer en semejantes casos de tener muchas sospechas falsas contra los ynoçentes y muy muchos juycios temerarios diabólicos por donde se condenan muchas personas falsamente sin sentir en cargo la conçiençia que lo asista como buen pastor y teniente de Cristo que yo con tanto descargo mi conçiençia confiándome en la bondad y nobleça de vuestra merced que lo hará muy conpridamente de Arançacu y martes de pascoa y VIII de mayo. De mi verdadero serbidor y capilan de vuestra merced en sus manos le besa veçes mil. Frai Martín de Aguirre”. “Receví la presente a XXII de mayo”.
            Declaración del clérigo como testigo n.º 6:
            “El dicho don Julián de Andueça, rector de la yglesia parroquial del lugar de Yabar, testigo jurado y presentado por los dichos acusantes para probar lo contenido en los artículos del dicho articulado, preguntado por las preguntas generales de la ley dixo ser de edad de cincuenta y quatro años, poco más o menos, y que conoce a las partes litigantes y no es pariente de ninguno dellos ni le va interese en esta causa y desea tenga vitoria en este pleyto el quien justicia tubiere y no le empecen las otras preguntas generales de la ley ahunque por cada una de ellas fue preguntado particularmente.
            Preguntado del primer artículo dixo que este testigo de seis años a esta parte que a sido y es abad del dicho lugar de Yabar y a vibido y vibe en él los a conocido a los dichos Miguel de Irañeta y su muger a los quales este testigo los tiene, conoce y reputa por tales personas como en el artículo se contiene sin que dellos haya sentido otra cosa en contrario hasta el presente pleyto y más no sabe.
            Preguntado del segundo artículo dixo que de lo que sabe de este artículo es que a beynte y dos del mes de mayo del presente año de sesenta y quatro le traxo a este testigo un vezino del lugar de Irañeta llamado Joanes de Madoz una carta de Fray Martín de Aguirre echa en el monesterio de Arançaçu a veynte y tres días del mes de mayo por lo quoal en efecto le haze saber de como en este lugar de Yabar por el día de Sant Andrés pasado hizo un año, poco más o menos, un día lunes pasando por el dicho lugar unos soldados que tomaron de una huerta catorze madexas de illo y habiéndole confesado que habían tomado las dichas madexas, que no les quiso absolber a los dichos soldados sin que hiziesen restitución e inqueridos en su conciencia que dixieron que podían valer las dichas madexas ocho reales y así aquellos se los dieron al dicho Fraylle para que los hiziese hazer restituir a la parte cuyas heran las dichas madexas y que así le encargaba a este testigo como a rector del dicho lugar publicase en esa yglesia y supiese cuyas heran las dichas madexas y sabida la verdad le diese los dichos ocho reales que juntamente con la dicha carta le había inbiado y así este testigo después que recebió la dicha carta y los ocho reales por cumplir conforme a la dicha carta se imformó que las dichas catorce madexas de yllo heran de la dicha Miquela de Yabar y que ella las había perdido de la huerta en el dicho tiempo en la dicha carta expresado y así este testigo en presencia de cinco o seis personas y vezinos del dicho lugar y del que traxo la dicha car SIGUE EN PDF

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