1552 Echarren Ureta y toponimia
“Proceso del Señor Fiscal y Pedro
Echarren contra Francés de Ureta o Echarren, alias de Irañeta, vecinos del
lugar de Echarren, sobre la restitución de 56 carneros, que éste aprehendió
diciendo los llevaba para la provincia de Guipúzcoa en contravención de la Ley,
respecto de haberlo hecho en jurisdicción de este Reino”.
El 20 de
julio de 1552 declara “Francés de Ureta, vecino de Echarren”, que tiene 44 años
y “es teniente de alcalde de Araquil, que lo es Charles de Eraso”. Unos días
antes, el día 16, a mediodía fue apresado el ganado “en la endrecera llamada
Errumes Arreta, término del dicho lugar” de Madoz(1). El camino iba
por Eguiarreta y dice que por el puerto arriba lo llevarían a Leiza y de allí a
Tolosa. Fueron de Echarren con el ganado hasta “Ayzmendia término de Madoz y de
ay asta la endrecera de Errumes Arreta”.
Pedro de
Echarren el 3 de agosto de 1552 declara que en realidad fue asaltado por
Francés de Ureta con otros cómplices, cuando después de pastar sus 56 carneros
los traía de nuevo a casa; lo cogieron “en un monte llamado Viboran, que es
término del lugar de Madoz”; expone que hace 16 años le quiso matar y que es
enemigo suyo; por otra parte “a sido y es hombre soverbo y de mala vida y usero
y vezero de cometer tales y semejantes delictos”. (f. 18. “Biboran” en los
folios 39v y57v)
Los de
Echarren con los de Madoz tienen una facería.
Para el 31
de agosto han muerto ya 7 carneros de los apresados y el Consejo Real manda que
se vendan los demás y que el dinero quede en depósito.
El 6 de
octubre de 1552 declaran varios testigos, a los que se les lee su anterior
testimonio “en bascuence”:
“Martín de
Astiz, criado de Francés de Ureta y de Echarren... de 30 años”, a quien sirve
desde hace 4; participó en el prendamiento, como Pedro de Ureta, hijo de
Francés de Ureta; sobre la muerte de esos 7 carneros dice que fue de “dolencia,
porque los hígados y baços tenían dañados y la carne muy amarilla, los quales
sabe que adolecieron, porque todos los dichos carneros heran cojudos y los
carneros cojudos después de San Johan y San Christóbal se suelen descarnar y
ban dañándose” y se han matado en las carnicerías de Pamplona. Se trata de
animales no castrados, que tenían un par de años.
El
incidente lo da un vecino de Madoz por sucedido “en los términos de Madoz en la
endrecera llamada Errusmesarreta”; vieron a los que apresaron el ganado “estar
echados en suelo en acechança del dicho ganado casi junto ad aquel”; así
repiten lo ocurrido en tierras “de Madoz en la endrecera llamada
Errumesarrieta” y que iban escondiéndose “detrás de las matas, echándose de
pechos en el suelo”.
Decidió
volver a “Echarren baxando por la dicha endrecera de Errumesarratea, que está a
media legua del lugar de Echarren”. Sobre este paraje se dice: “No es lugar
sospechoso, sino descubierto, porque dende el dicho lugar (Madoz) está el
camino por donde suben a la dicha casa o yglesia de San Miguel, yendo desde
Pamplona y Cuenca de Pamplona y muchos lugares de la Valle de Araquil no ay
distancia de más de un tiro de piedra y está el dicho camino comprenso en la
misma endrecera donde tomó los dichos carneros”.
“Pedro de
Hureta, hijo de Francés de Hureta y de Echarren, acusado y defendiente, de
hedad que dixo ser de veynte años”, expone que su padre le mandó que siguiera a
los carneros y “fuese este testigo a la endrecera llamada Urboran (sic) término
del lugar de Madoz y agoardase por donde yrían los dichos carneros y estando en
la dicha endrecera bio este testigo que el dicho ganado pasaban por la endrecera
de Arratea hazia los montes de Madoz”; los demás criados esperaban vigilando el
recorrido del ganado en distintos puntos. Cuando bajaban el ganado hacia
Echarren, “toparon cerca de la hermita de las viñas de Eguiarreta al dicho abad
(de Echarren), que yba a San Miguel de Excelsi” y les dijo que eran suyos
aquellos carneros. El testigo es natural de Echarren, donde vive con sus
padres.
“Lope
Ximón”, vecino de Eguiarreta, de 30 años, es natural de Satrustegui, y fue uno
de los cuatro, que apresaron el ganado.
El abad de
Echarren era Don Carlos, hermano de Pedro Echarren, al que le apresan los
carneros, y ambos vivían en la misma casa.
Nuevas
declaraciones se toman ante el notario Juan Satrustegui el 16 de agosto de ese
1552:
“Sabat de
Azparren, pastor, al presente abitant en el lugar de Echaberri... de 24 años...
a bisto y be que los dichos carneros son cojudos y tienen dolencia y se mueren
y se morirán, si no bendan presto por razón que dixo que por causa que están
sin capar, y en este año ay mucha dolencia en el ganado menudo y se mueren
muchos en muchas partes en este Reyno”.
“Martín de
Astiz”, habitante en Echarren de 29 años confirma lo del anterior testigo
acerca de los carneros: “Son todos cojudos y dixo más que sabe y a bisto que
los dichos carneros son dolientes y se mueren de dolencia especial, dixo que
sabe que los dichos carnero en ser cojudos son más blandos y peligrosos de
morir que los capados”.
“Miguel de
Eraso, pelegero”, vecino de Echarren de 50 años, dice que “los dichos carneros
son cojudos y por capar”.
El 24 de octubre de 1552 declara
“Joanes de Iparraguirre”, vecino de Betelu, de 40 años.
El Consejo
Real pronunció sentencia el 26 de noviembre de 1552 contra “Francés de
Echarren, dicho Ureta”:
“En la
causa y pleito que pende ante nos y los del nuestro Consejo en primera
instancia entre partes Pedro de Echarren, vezino del lugar de Echarren o Juan
Martínez de Lesaca, su procurador, demandante de la una parte, y Franzés de
Echarren o Martín Yvañes de Monreal, su procurador, defendiente de la otra,
sobre cincuenta y seis carneros y el precio de ellos, que el defendiente tomó
al demandante deziendo que los llebaba a la Provincia de Guipúzcoa contra el
vedamiento y sobre otras cosas en el proceso deduzidas:
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