Alsasua: 1815: Cristóbal Goicoechea y Fernando López de
Zubiría los más pudientes.
En noviembre de 1815 Fernando
López de Zubiría, Francisco Antonio Galbete y Cristóbal Goicoechea, vecinos de
Alsasua, se quejan del reparto hecho para el pago de los atrasos de la Guerra
de la Independencia.
El 14 del mismo contesta el pueblo ante la deuda que se
había acumulado: 106.707 reales y 33 maravedíes, más otras cantidades; de cerca
de 200 yuntas, solo habían quedado una docena:
“Joaquín de
Barricarte, procurador del lugar de Alsasua, su Concejo y Regidores, como de
derecho mejor proceda e informando sobre la solicitud hecha en vuestra Corte
por Fernando López de Zubiría, Francisco Antonio Galbete y Cristóbal
Goycoechea, vecinos del mismo lugar, digo que aunque los actuales Regidores
entraron a servir sus cargos después de San Miguel de septiembre último, por
cuya razón no se hallan enterados como tales de la disposición y acuerdo que se
tomó por el pueblo sobre el particular de que se trata, no obstante con el auxilio
de luces del mismo pueblo y de sus vecinos, deben hacer presente a la superior
justificación del Tribunal, que sobre haber sido distinguido este pueblo en los
rigores y perjuicios causados en la última Guerra de este Reyno, experimentó
también los gastos de la más importante consideración.
Su principal origen tuvieron en el seis de noviembre de
1808, en que designaron los enemigos por punto de etapa y mansión,
estableciendo en seguida una guarnición de fuerza armada bastante respetable,
que se mantuvo por tiempo de un año, poco más o menos, haciendo que la
mantuviesen, así mismo que las tropas que transitaban por él en unión con los
otros cinco pueblos del Valle, sin que otro pueblo, ni Comunidad ayudase a
llevar tan grabe peso; y sin perjuicio del servicio de bagajes que desde aquel
estremo del Reyno se dieron para todas partes, y hasta el punto de Zaragoza
infinitas veces, en cuya larga carrera no hay que adbertir las muchas yuntas
que habían de perecer, o salir muy perjudicadas....
... El pueblo
de Alsasua pide que ambos paguen en la proporción, que se les ha asignado:
habían dispuesto 1.856 clases los aproximadamente 200 vecinos que tenía Alsausa
el año 1813, y que por tanto estos dos disconformes vendrían a pagar como 5
vecinos; Francisco Antonio Galbete se apartó de la reclamación:
Fernando López de Zubiría = 46 clases
Cristóbal Goicoechea = 66 clases.
Estas
vienen a ser las aclaraciones que Alsasua presenta:
Reconocen el esfuerzo de López de Zubiría por el pueblo y el
Valle: “pero desde que fue Alcalde se separó enteramente de las Juntas, que
hacía el pueblo para tomar sus disposiciones de gobierno, y Goicoechea nunca ha
asistido a ellas. Aquel ha tenido algunas desgracias y ha padecido durante la
Guerra sus trabajos; pero éste nunca ha tenido un comercio más activo y lo
menos será lo que le han producido sus botigas abiertas, una en el lugar de
Alsasua y otra en la villa de Ataun, porque ha tenido expediciones directas a
Londres, Bristol y otras partes.”
Aluden al acuerdo de los 200 vecinos, que quieren invalidar
y entonces habían de discurrir una solución:
“y para tan justas consideraciones se
conbino en aquel medio, el qual no conviene anularlo ínterin las contrarias
no facilitan otro mejor; porque entonces sería un monstruosos desorden
terrible en sus efectos. Finalmente si las contrarias conocen como conoce
también el lugar que en el sistema de contribuciones de la última Guerra ha
sido gravado este por el Valle, procuren el medio de indemnizarlo, pero a su
pretesto no combiene que se imbalide la resolución general del pueblo; de un
pueblo que su voto es la Ley, no chocando con las municipales o con las
costumbres buenas, porque en la administración de sus ramos no está sujeto a
dar cuentas a vuestro Supremo Consejo; y por eso están más ligados las
contrarias a pasar por él, y a que no pueden tachar el destino de sus
arbitrios mayormente quando es por un fin tan bueno, como es el de redimir en
sus necesidades a los infelices que han alargado sus recursos con más
abundancia, que aquellos; y por todo esto deseara el lugar que se diese un
método mejor y más acertado; pero entre tanto entiende que no se deve dar
lugar a las ideas arbitrarias de las contrarias de eludir su solución, sino
que la verifiquen y cumplan, dejándoles para después si fuese menester lugar
a quantas reclamaciones quieran, y si con ellas descubriesen un medio más
importante que juntamente que sus alegados perjuicios, sea capaz de
indemnizar también los de sus combecinos, y estos se darán por muy servidos y
no sabrán como tributarles las gracias al ver que con sus superiores luces,
suspendiendo por un momento el afán de sus negocios mercantiles, se dedican a
proporcionar el bien general, quietud y pacificación del pueblo.
A todo lo qual y demás favorable a V. M. suplico mande sin
embargo del citado escrito contrario y pedimiento en él comprenso, declarando
no haver lugar a éste, y haciendo auto de las escrituras que presento,
proveer como lo tengo suplicado que así es conforme a derecho y justicia que
pido y costas. Licenciado Lecea.” (Así lo firma el 5 de junio de 1816. Folio
19)
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Cristóbal
Goicoechea contesta que el tercero no se ha apartado de la protesta, y que
otros la harían también, si no fuera por el miedo a ser insultados. Dice al
respecto que él tuvo que retirarse a Ataun ante la invasión de los franceses
con algunos géneros; y que a esto no se puede llamar Botiga: reconoce que con
otros socios envió lanas a Inglaterra: “que llegaron a venderse, también es
verdad que en retorno se perdió el barco con todos los géneros, su tripulación
y dos socios, cuyo acontecimiento le obligó a enbiar a su hijo al
descubrimiento del estado de la negociación, gastando crecidas sumas, que
produgeron las más considerables pérdidas.” Pide que se efectúe una revisión
del catastro, con lo que termina el papeleo sobre el pleito.
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