“Proceso del Fiscal contra Juan de Zubiri, preso en Echarri Aranaz, sobre muerte con alevosía de Juan Matarraz, morisco”
El viernes 14 de mayo de 1610
“Felipe Colato, nuevo convertido, natural que dixo ser de la ciudad de
Taraçona”, de 28 años y Juan Matarraz, vecino de Yanguas, con dos machos venden
pucheros en Echarri. Duermen en Lizarraga y temprano, al día siguiente sábado
día 15, emprenden su marcha hacia Zumbelz. Cuando llegan a la “endrecera
llamada la Llana de Odieta, en el monte”, debajo del camino aparecieron tres
hombres con sus arcabuces; dos arcabuzazos se llevó Juan Matarraz, que quedó
muerto y el tercer tiro, con heridas en el brazo y pierna izquierda, hizo
correr a Felipe Colato, hasta Lizarraga, para dar aviso del trance, según las
primeras impresiones.
Acto seguido salieron en persecución de los asaltantes, mandando “al puerto
de Lazcoz, Sandratia, Ataçabal, puerto de Liçarraga, Torrano y a la de Usayde a cada ocho guardas”; el alcalde de Ergoyena, Luis Jáuregui enviaba mensajeros a todos los pueblos cercanos denunciando el caso y tomaba declaración al herido; Felipe Colato le cuenta que estaban el día 14 vendiendo en Echarri “ollas y estaños”, cuando entre las 4 y 5 de la tarde, se les acercó “un hombre moço, barbinegro claro, carilleno, colorado con un sayo dado color chazpeado, el qual les hizo muchas preguntas, deziéndoles que ellos an bendido muchas mercaderías y que tienen muchos dineros”. Después se fueron a Lizarraga, donde también vendieron algo, durmieron en casa de Miguel Guillén y por la mañana temprano salieron “por el camino real del puerto de Liçarraga con intentos de parar almorçar a la casa de Çumelz, que hiban en ayunas”; vio 4 ó 5 hombres debajo del camino y cuando llegaron al par suyo dispararon, cayendo muerto el compañero y a él le tiro uno al que conocía desde hace 4 años, guarda de Echarri; huyó como pudo. Añade que en Echarri “compraron unas baretas de azer bañas para espadas de un hombre gordo de la dicha villa y bendieron dos ollas grandes a dos clérigos de la dicha villa y andubo un hombre con ellos, quien se alló en el encuentro y todos ellos saben quién es la dicha goarda, quien los a muerto y es casado este deposante y tiene una hija y el muerto tiene padre y madre”. El escribano actuante era “Belenguer de Jáuregui”. El mismo día 15 el alcalde llama a
Víctor Zubillaga, cirujano vecino de Echarri, que examina las heridas de Felipe
Colato en la pierna y en el “braço izquierdo tendrá alguna manquedad por estar
el focil algo dislacerado”; en cuanto al muerto ve que tiene “cinco o seis
(heridas) penetrantes de pelotas, de que murió el dicho Joanes Matarraz”.
Miguel Guillén, vecino y jurado de
Lizarraga declara que por no haber posada, habían dormido en su casa dos
hombres con dos machos, de la que salieron por la mañana y a medio puerto los 3
ó 4 ladrones y salteadores dieron el golpe; así es que “como jurado y ministro
de justicia” dio aviso a Miguel Urquizu, alcalde de Echarri y a otros para que
tomasen cuenta de personas sospechosas.
Miguel Urquizu “hizo tocar las
campanas a Miguel Pérez de Echarri, sacristán de la dicha villa y luego
sentiendo el toque de las campanas, entendiendo toque de incendio o armada,
como tienen de costumbre en semejantes ocasiones, se juntaron todos los vecinos
de la dicha villa”; faltaron unos 15 vecinos y se preguntó donde habían estado
por la mañana. A continuación salieron para los “puertos de Lazcoz, Berrenoa y
Alleco y a los mojones de Burunda”.
El día 18 de mayo de 1610 se toma
declaración a varios testigos en Echarri:
Graciana de Arizcun, mujer de Joanes
de Gamboa, de 50 años, residente en Echarri tenía una hija, Graciana también.
“Joanes Martiz, sustituto fiscal”,
vecino de Echarri, de 50 años, oyó que en la muerte de Juan Matarraz, “bien
podría aberse allado Luis de Arbiçu, que por otro nombre le llaman hijo de
Chope”; de modo que se fue en secreto a Lizarraga Sarria y le encontró en casa;
le habló de las sospechas que circulaban y se las confirmó, reconociendo que participó
con Zubiri en el asalto. Volvió a Echarri y pasó la información al alcalde.
Vuelve a declarar “Felipe Colato,
nuevo convertido, natural que dijo ser de la ciudad de Taraçona del reyno de
Aragón... de 28 años”; dice que les dispararon desde la arboleda, dos de ellos
le habían hablado el día anterior en Echarri y asegura que los reconocería. Su
compañero Juan iba un poco más adelante y le tiraron dos arcabuzazos y a él un
pistoletazo: “fue preguntado declare el hombre que les hizo las dichas preguntas
en la dicha villa de Echarri Arañaz, si les hizo en bascuence u en romance;
dixo que en romance les abló y ablaba bien castellano algo çaçeando”. Como dice
que hace 4 años que conocía al agresor, que habló con ellos, asegura que
siempre se presentaba como guarda de las tablas reales. Al tercer asaltante no
le conoció.
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