El ganado de cerda: pasto y movimiento del porcino.
Pedro López de Riezu, vecino de Bacaicoa, contra Miguel de
Zolina, vecino de Orcoyen, sobre ejecución por 467 reales del pasto de cerdos.
El 25 de
septiembre de 1591 se firma un contrato para que pasten cerdos en Burunda y el
Realengo, hasta 10 después de San Andrés; los cerdos los llevarán hasta
Bacaicoa y se entregarán en Orcoyen; cada cerdo pagará 6 reales y medio; la
escritura la testificó el escribano de Ibero, Martín Legarreta, y entre los
firmantes está Francisco de Olmos:
“In Dei
nomine amen. Sepan quantos esta presente carta pública de obligación vieren
como en presencia de mi el escribano y de los testigos infrascritos parecieron
presentes Pedro López de Riezu, vezino del lugar de Bacaycua, de la una y
Miguel de Çolina, vezino del lugar de Orcoyen, de la otra, los quales se an
conpuesto y concertado en la forma siguiente, en que el dicho Çolina da al
dicho Riezu todos los puercos del lugar de Orcoien al pazto a los montes de
Burunda y Realenco; el número de coantos serán se dexan de asentar porque el
dicho Çolina los a de entregar al dicho Riezu dentro en el lugar de Bacaycua, y
allí ayan de tomar la razón de quanto serán, y por lo mesmo el dicho Riezu se a
obligado a entregar todo el dicho ganado de buelta del dicho pazto
dentro en el
lugar de Orcoyen al dicho Çolina, al qual dicho ganado el dicho Riezu prometió
de le dar artura de pazto asta diez días después de Sant Andrés, primero
veniente, y coando así no les diere, que el porcarizo sea creydo en su
juramento y así bien el dicho porcarizo sea obligado de goardar el dicho ganado
y si se le perdiere o se le moriere o le comieren los lobos, que dando señal
sea creydo en su juramento, con esto que el dicho Riezu toma a su cargo todos
los carneramientos, que se hizieren en el dicho ganado y prendamientos, y por
lo mesmo aya de pagar el quinto y lo de la Valle del pazto, y demás desto que
los puercos que murieren y comieren los lobos no deban nada del pazto, ni por
ellos se aya de pagar nada y con estas condiciones el dicho Çolina prometió y
se obligó con su persona y vienes de pagar al dicho Riezu por el dicho pasto,
por cada cabeza de puerco seis reales y medio luego que volviere el dicho
ganado del pazto y lo entregare en Orcoyen y a lo más dentro de tres días y
pasado aquellos el dicho Riezu aya de estar a costa del dicho Çolina, asta
cobrar la dicha cantidad, y así bien el dicho Riezu de dar cuenta del dicho
ganado dio por su fiador a Martín de Çuazti, vezino de Çuazti, el qual siendo
certificado por qué se entraba, por tal se constituyó obligando su persona y
vienes.”
Los 71
cerdos llegan de vuelta satisfactoriamente a Orcoyen el martes 10 de diciembre
de 1591, y se firma su recepción el día 13; pero el de Bacaicoa no cobra.
El 17 de
diciembre se manda despachar ejecutoria con costas por el engorde de los cerdos
contra Miguel Zolina de Orcoyen. Los cerdos pertenecían a los vecinos del
pueblo, quienes dicen que el contrato sobre ellos no se ha cumplido, pues
entregaron 75 cerdos y les han devuelto 71; además debían pastar en la “Comuna
de Burunda”, y han andado en la “Comuna de Andía, donde era también permitido a
mi parte, como a la parte contraria”; los cerdos han vuelto flacos y
desmejorados, y saben que a otros pueblos les han engañado de igual modo.
El 22 de
mayo de 1592 en nueva sentencia se manda que prosiga la ejecución para el cobro
de la deuda contra los de Orcoyen: “quatrocientos sesenta y siete reales y
medio y costas.”
Protestan
la declaración y presentan nuevos testigos el 3 de abril de 1593:
Juan López de Ciordia, vecino de Pamplona, de 35 años, firma
“Juan López de Hocariz y Ciordia.”
Juanes Gabiria, Sustituto Patrimonial de Estella, y su
Merindad, “y de la Sierra de Andía, que es inclusa en la dicha Merindad y tiene
cuidado de goardar los derechos reales, que en la dicha Sierra se ofrecen, y
los que llevan puercos a engordar tienen obligación de manifestar ante él, y de
pagar a quartillo de real por cada cabeza, y se acuerda que el dicho Pero López
de Rieçu el año pasado de 91 le manifestó 280 puercos, que llebó para engordar
en la dicha Sierra de Andía, que decía heran de Orcoyen y Añezcar, mediante
juramento que este testigo le recebió para saver si heran del Reino o no, y le
pagó quartillo por cada cabeça.”
El 24 de
noviembre de 1593 sale una sentencia tan distinta que manda se devuelva la
ejecución hecha contra los de Orcoyen, sin costas.
El 19 de
marzo de 1594 por 4.ª resolución se confirma la anterior, “con que lo que
mandan restituir al executado sea la mitad de 462 reales y medio, que el
executante tiene nombrados... sin costas”.
Por
disconformidad hay nuevos testimonios recibidos el 3 de enero de 1594:
“Martín de Sanguito, natural del lugar de Baycaycua y vecino
de Lacunça... de 37 años.”
“Joan Miqueles”, vecino de Iturmendi, de 30 años.
“Domingo de Zuazti, vecino de Iturmendi, de 29 años.
Juan de Iturralde, vecino de Bacaicoa, de 36 años.
Antón de Urdiain, vecino de Iturmendi, de 25 años.
Pedro de Urdiain, natural de Bacaicoa, de 18 años.
Esteban de Arregui, vecino de Olazagutia, de 36 años dice,
como los demás testigos, que los tenía bien cuidados con 4 personas, y que el
mismo Pero López de Riezu iba “muy de continuo con su arcabuz al hombro a los
dichos montes a ver y reconoce sus puercos y los solía mudar de un puesto a
otro a donde havía más pazto caydo.”
Quedó el
asunto en el pago de 231 reales y 1 cuartillo, es decir la mitad de lo que se
estipulaba en el contrato inicial. (AGN Procesos Sentenciados, Pedro Zunzarren,
1.ª Serie, año 1594 n.º 12.525)
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Juan de Gainza y Mendizábal, vecino de Bacaicoa, contra Juan
de Bacaicoa, vecino de Estella, sobre ejecución por 22 ducados de la venta de
46 cerdos.
Miguel de
Erbina tenía arrendada la Tabla del Tocino de Estella, y desde hacía 16 años
trataba comercialmente con Pedro Larraza y Pedro de Gainza y Mendizábal
(difunto ya en febrero de 1594). Se comprometió a comprarles unos 160 cerdos,
pero luego se echó atrás; por este cambió hablan con Juan de Bacaicoa, vecino
de Estella, para que puje por la Tabla del Tocino, para el año 1592, rebajando
el precio de venta del mismo. Miguel de Erbina ponía en la tabla a medio real
la libra de tocino, y quedaron en rebajar en la puja 4 cornados, dejando a 2
tarjas la libra; era un precio por debajo de costes y las pérdidas las
cubrirían los de Bacaicoa, eso sí, con la esperanza de que hubiera ganancias al
año siguiente.
En febrero
de 1594 se reclama el compromiso de hacerse cargo de las pérdidas, que se dice
pasaron de 350 ducados; que los reclama el de Estella a Pedro Larraza y al
heredero de Pedro de Gainza y Mendizábal; el día 18 de febrero de 1594 declaran
algunos testigos:
Miguel de Arbizu, vecino de Bacaicoa, de 60 años.
Miguel Goicoechea, vecino de Bacaicoa, de 34 años.
Pedro Martínez de Larraza, vecino de Bacaicoa, de 60 años,
Alcalde del Valle de Burunda, niega el trato que afirma Juan de Bacaicoa,
acerca de responsabilizarse de la Tabla del Tocino de Estella.... COMPLETO EN PDF
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