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martes, 26 de mayo de 2020

1565 Irañeta Zabal y Torrino vecindad sentencia arbitraria

1565 Irañeta Zabal y Torrino vecindad sentencia arbitraria
            Los vecinos labradores, no los hijosdalgo, de Irañeta dicen que recibieron de los reyes de Navarra los desolados de Zabal y Torrino, “a pecha perpetua por un caíz dos robos y dos quoartales de trigo e otra tanta avena los dichos desolados de Çabal y Torrino con todas las heredades, pastos e otros derechos, yermos, montes, agoas, yerbas que los reyes abían en los dichos lugares”.
            Hacen alusión a los pagos, que constan en Comptos por los despoblados, que tendrían unos 13 vecinos:
            “Ítem se falla en la cuenta de Bartolomeo de Arre, Recebidor de la Merindat de Pamplona, como las villas de Çabal y Torrino debían de pecha un cafiz e dos robos de trigo e porque todos los herederos de los dichos lugares fueron muertos, sino el abad de Çabal e su hermano, los quoales pagaron al dicho Recebidor por la parte, que solían tener dos quoartales de trigo e dos quoartales de abena.”
            “Ítem en el compto del dicho Martín de Çabal el año 1415 s
e falla que la villa de Torrino debía de pecha en dineros ocho dineros y en trigo debían de las dichas dos villas de Çabal y Torrino seys robos e dos quoartales de trigo y otro tanto de abena, los quoales dichos dos lugares fueron dados a pecha perpetua a los labradores de la villa de Irañeta por los dichos seys robos e dos quoartales de trigo e otra tanta de abena.”
            “Ítem en el compto ordinario de Joan Martíniz de Esquiroz, Recebidor de la ciudad de Pamplona, Merindat de las Montañas del año 1440 se falla como los dichos lugares de Çabal y Torrino fueron dados a pecha perpetua a los labradores et pecheros del lugar de Yrayneta por seys robos dos quoartales de trigo y otra tanta de abena.”
            “Ítem en otro compto del dicho Joan Martíniz de Esquiroz del año 1438 se falla como los dichos dos lugares de Çabal y Torrino fueron dados a pecha perpetua a los labradores de la villa de Yrayneta con todas las heredades, paztos e otros derechos, que el señor Rey ha en las dichas villas de Çabal y Torrino y sus términos por un cafiz dos robos e dos quoartales de trigo e otra tanta de abena et así por todas las otras cuentas seguientes de los recebidores de la ciudad de Pamplona e Merindat de las Montañas se falla lo mesmo como los dichos dos lugares de Çabal y Torrino con todas sus heredades, paztos, derechos e pertinencias tienen tomados a pecha perpetua los dichos labradores e pecheros del dicho lugar de Yrayneta”, según certificación del año 1491 hecha por Juan de Esparza.
            Se da noticia de un casal y su vecindad en Zabal del año 1502 y entre los casales que citan está uno perteneciente al “Señor de Arbiçu”.
            Se sentenció a favor de los derechos que reclamaban y tenían derecho a los pastos en Zabal, y que los de Irañeta en 1565 no cumplen con ella, sino que le matan una cerda a “Bernart Allin”.
            Ese mismo año ambas partes, es decir el pueblo y Bernardo Allin, nombran cada uno a una persona de confianza, para que redacten una sentencia arbitraria: Irañeta nombra a Joanes Andueza, escribano real, vecino de Huarte Araquil y Bernardo Allin a “Joan de Hualde, cuya es la casa y palacio de Equay”.
            La sentencia, dada el 25 de octubre de 1565, resultó favorable a Bernardo, a quien le deben reconocer su derecho al pasto como a los demás, pagarle el cerdo y darle dos ducados más por los gastos, que ha hecho y con ello debe éste retirarse del pleito por el carneramiento.
            La cerda la habían cogido, en noviembre, en el “Monte Grande del dicho lugar”, “llamado Oyanandia, unos llamados Johanes Astiz, Joanes Madoz y Joanes Echarren, los quoales llevaron consigo sendos lançones a cuestas”; se fueron con la cerda, la mataron y al día siguiente se la comieron todos los labradores en casa de “Joanes Ezquerr”, vecino de Irañeta de 50 años.
            Guillén Pérez, jurado, dijo que él había mandado matar la cerda, porque cuando el día de San Miguel le admitieron por vecino a Bernart, no había dado la fianza para el pago de la cuota, según la costumbre.
            La cerda la habían apresado cerca del Molino de Irañeta, según declaración de María Yabar, mujer de Juan López de Irurzun, de 28 años.
            Otro testigo declara que Bernart solicitó vecindad y el pueblo en “baçarre” le admitió, abonando 5 florines, por cuya misma cantidad debía dar fianza, de la que saldría alguien fiador del nuevo vecino. Se celebró el “baçarre... en el cimiterio de la yglesia parrochial del dicho lugar de Yrayneta”.
            En cuanto a la cantidad los acusados por la muerte de la cerda dicen que el día de San Miguel acordaron admitirle por vecino y antes “que pagase de entrático y como vecino nuebo los diez florines, que de tiempo muy antiguo le suelen y han acostumbrado pagar los que nuebamente quieren ser vecinos y diese fiador llano y abonado de pagarlos al dicho concejo”, ocurrió el lance.
            Además cuentan que el día de San Miguel le mataron un cerdo y tuvieron que pagar por la sentencia arbitraria, pero ahora a echado el quejante sus cerdos “en el Monte Grande del dicho lugar de Yrayneta al pazto, que había en él” y como no había querido pagar ni dado fiador, le han matado de nuevo otro cerdo, el 15 de enero de 1566, y así lo exponen ante la Real Corte.
            En las alegaciones del pueblo se explica que el apresamiento ocurrió en la “endrecera llamada el Monte Grande, que es propio término del dicho concejo de Yrayneta, fuera y apartado del término y endreceras llamadas Çabal y Torrino... endreceras de Çabal y Torrino, que son lugar desolado y término de por sí, propio de los labradores del dicho lugar de Yrayneta, que pagan por ello cierta pecha a Su Magestad y así término distinto y separado de los términos propios de Yrayneta y como tal amojonado de por sí”. En estos desolados hay vecinos foranos, que no viven en Irañeta.
            El lío resultaba complicado porque había vuelto a Irañeta Bernardo Alli, 5 meses atrás de Yabar, a donde fue su padre, Juan de Allin, a vivir hasta que murió; le habían relacionado con una muerte ... FILETYPE:PDF

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