Contra Miguel Goicoechea,
criminal, sobre las heridas dadas a Miguel Gainza.
Surgió la disensión en la iglesia de Bacaicoa sobre el
entierro de un niño de Juan Goicoechea en una sepultura de Miguel Gainza; se
complicaron las cosas con una pedrada de Miguel Goicoechea a M. Gainza, hecho
por el cual fue llevado preso, y liberado por unos estudiantes en Ecay, en
Berasagu.
Se hicieron varias diligencias acerca de lo ocurrido, que se
trascriben, y al final salieron de la cárcel los Goicoechea sin más
consecuencias.
“Resulta.
Averíguase por los tres testigos desta información que los días pasados
tubieron cierta diferencia entre Miguel de Gainza y Joanes y Miguel y Julián de
Goicoechea, vezinos del lugar de Bacaicoa en la iglesia del, sobre que los
dichos Goicoecheas pretendían enterrar una criatura del dicho Joan de
Goicoechea, en una sepultura y el dicho Miguel de Gainça les contradecía y el
dicho Miguel de Goicoechea le dio una pedrada en la cabeça al de Gainça y el
Alcalde hordinario de la Valle de Burunda recevió información y prendió al
dicho Miguel de Goicoechea, y el domingo que se contaron veinte y ocho de
ebrero, el dicho Alcalde entregó preso al dicho Miguel de Goicoechea a Miguel
de Bengoechea, sustituto Fiscal, y a Miguel de Adrián y a Joan de Liçarraga, y
trayéndole preso venían también juntos a ratos Julián y Joan de Goicoechea,
padre y hermano del dicho preso, y veniendo así toparon junto a una hermita de
Berasagu, que está en los términos del lugar de Ecay, una docena de estudiantes,
y ellos preguntaron si trayan al dicho preso por aber matado alguno y por
ladrón, y el dicho Julián de Goicoechea dixo que no, sino por aber dado una
pedrada a un onbre, y de la iglesia habían sacado, y los dichos estudiantes
dixeron que el preso era dellos, pues abían sacado de la iglesia, y los que
venían a pie y otros que se apearon les hurtaron el dicho preso, y aun las
armas que trayan, y los maltrataron, y aunque apelidaban la voz real de Su
Magestad, no ayudaron los dichos Julián y Joan de Goicoechea, padre y hermano
del dicho preso, y aunque les siguieron asta Echarri a los dichos estudiantes,
apelidando la voz real, por ser de noches ninguno les ayudó ni les pudo, y así
se les fueron con las armas, que les quitaron y esto es lo que en suma resulta
de la dicha información, y siendo necesario me remito a ella. Por traslado, por
mí Martín Fernández de Mendibil, escribano.”
“Resulta.
Averíguase por esta información que en treinta de henero húltimo pasado murió
en el lugar de Bacaicoa un niño de Joanes de Goicoechea, vecino del, y que
aviéndolo querido enterrar en una sepultura que pretendía ser suya, se lo
impidió Miguel de Gainça, vecino del dicho lugar, deciendo que la sepultura era
suia, y que por hebitar incombenientes dexaron de enterrar la dicha creatura al
tiempo de la misa mayor, y que después de haverse ido la jente, la enterraron
en la dicha sepultura, y que haviendo tenido noticia dello el dicho Miguel de
Gainça a ora de vísperas mostró muy grande sentimiento y alboroto a los vezinos
y que para quando salieron de vísperas, allaron que el dicho Miguel de Gainça
con daga y espada desenbainadas y con deliberación acordada, aguardaba al dicho
Joanes de Goicoechea, padre del niño, en la puerta de la casa de Esteban de
Albiçu, por donde avía de pasar a la suia el dicho Goicoechea, y que iendo
desde la dicha iglesia para su casa el dicho Joanes de Goicoechea con Miguel de
Goicoechea, su hermano, el dicho Miguel de Gainça se les puso delante con la
dicha su espada y daga y començó a tirarles de golpes, y que el dicho Joanes de
Goicoechea, para defenderse, tubo necesidad de tomar un palo o estaca, y que
viendo que el dicho Miguel de Gainça los hiba apretando y queriéndolos herir,
el dicho Miguel de Goicoechea, que no tenía nada en las manos tomó una piedra y
con ella tiró al dicho Miguel de Gainça, y le hirió en la frente, más arriba
del ojo derecho, de que le salió mucha sangre, y a estado en cura algunos días.
Dicen los dichos testigos que el dicho Joanes de Goicoechea no hiço nada. Por
la deposición del cirujano dicha con juramento a veinte y tres consta que le a
curado al dicho herido y que en todo el discurso de la cura no a sobrevenido
ningún desmaio ni calentura, ni otro accidente, y a venido a soldarse, aunque
no está acabada de curar y está fuera de peligro de muerte por la dicha herida,
esto es lo que en suma resulta. Por traslado, por mí Martín Fernández de
Mendibil, escribano.”
“Relación en suma.
Averíguase por las deposiciones de los quatro testigos desta información que el
domingo que se contaron veinte y ocho del mes de hebrero, veniendo para esta
ciudad, antes de que llegaran a la villa de Huarte, alcançaron quatro hombres y
el uno dellos preso y atado con unas querdas, y los otros tres venían en guarda
suya, y todos entraron en el Mesón de la dicha villa de Huarte, que lo tiene
una viuda, y las dichas guardas y preso bebieron y luego salieron, y los dichos
testigos quedaron en la dicha Posada comiendo y dando recado a las
cabalgaduras, y al tiempo que salían los dichos preso y guardas, llegaron en la
dicha Posada dos hombres y uno dellos viejo, que decían ser padre y hermano del
dicho preso, a quienes preguntaron por qué causa llebaban el dicho preso, y les
dijeron por haber dado una pedrada a un tío suyo, y los dichos hombres quedaron
también a comer en la dicha Posada, y después de aber comido, salieron della
este testigo y sus compañeros, quedando los dichos hombres, que decían ser
padre y hermano del dicho preso en ella y caminando para esta ciudad alcançaron
al dicho preso y guardas una legua más acá de la dicha villa de Huarte, junto a
una Venta, que llaman Alfaro, que estaban en pendencia con quatro o cinco
estudiantes, los quales les quitaron a las dichas guardas un alcabuz y una daga
y los dichos testigos los apaciguaron, y les hicieron bolber los dichos alcabuz
y daga, y caminaron para cá y otros para llá en mucha paz y más adelante
toparon una tropa de estudiantes, que eran doce o trece, y uno de ellos parecía
que era hombre grabe y después les dijeron en las Ventas de Erroz, que era colegial,
aunque no les dijeron de donde y no saben quiénes eran los dichos estudiantes,
ni de dónde, y que la dicha tropa de los dichos estudiantes les abían quitado
el dicho preso y maltratado a las guardas, y al tiempo ni antes los dichos dos
hombres que decían ser padre y hermano del dicho preso no venían con ellos,
sino más atrás con más ... COMPLETO EN PDF
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