Pedro López de Bacaicoa, alias
Familiar, contra Lope de Goicoechea y otros porcioneros del Molino, acusados de
haberle derribado un pontarrón, que tenía hecho sobre la acequia para pasar a
su huerta del término de “Ubitartechipia”, y que repongan a su costa los
acusados.
La queja iba contra Lope
Goicoechea, Miguel Echeverría, Juan Zubiría menor, Martín de Juangote, Juan
Périz de Albéniz, Esteban Garayalde y Pedro Larraza.
El 19 de agosto de 1574 declaran
algunos testigos sobre la huerta, en la que cultiva muchos frutales, “peros,
mançanos, guindos”, y que para pasar a ella, hace unos 20 días, había hecho un
puente sobre la acequia, más abajo del Molino, derribado el día de San Lorenzo,
10 de agosto; se cita a “Gonzalo de Iturmendi, que por otro nombre le dizen
Onsalo”; y se alude a: “Apez Andrea, que quiere decir amiga del abad” (folio
3); “Apez Andrea, que quiere decir muger o amiga del abad”; “Apez Andrea, amiga
de clérigo” (folio 11).
“En el lugar de Vacaicua juebes a
dezinuebe días del mes de agosto de mill quinientos setenta y quatro años,
Pedro López, vezino del dicho lugar en el negocio y petición de queja que a
dado criminalmente contra Lope de Goicoechea, Martín de Çubiría, y Pedro de
Larraça, y
consortes, sobre cierta fuerça y otras cosas, para en aberiguación
de su intención ante mi Miguel de Marichalar, escribano receptor hordinario por
Su Magestad, y comisario para ello nombrado presentó por testigos a Juan de
Ituralde, Gonçalo de Iturmendia, Pedro Martínez, Martín de Alcoz y Miguel de
Miguel Martíniz, y en veinte del dicho mes a Pedro de Olaçagutia, Gracia de
Bacaicua, Theresa de Iturmendia y Marta de Çubiría, y el mismo día en la villa
de Hecharri a María de Oquiña, testigos infrascritos de los quales y cada uno
de ellos rescebí juramento en forma de derecho de dezir verdad de lo que por mí
serían preguntados, los quales y cada uno dellos habiendo así jurad y
respondido amen, declararon sus dichos como se sigue y en fee dello firmé yo.
Miguel de Marichalar, escribano.”“Testigo 1.º El dicho Joan de Ituralde vezino del dicho lugar de Vacaicua, de hedad que dixo ser de quoarenta años poco más o menos, testigo de información presentado por el dicho Pedro López, quexante, para en prueba de lo contenido en su petición de quexa y preguntado por ella dixo que conosce al dicho quexante y tanbién a todos los acusados nombrados en la dicha petición y comisión porque todos ellos son vezinos y residentes en el dicho lugar de Bacaicua, donde save y a visto este testigo que el dicho Pero López quexante tiene un cerrado suyo propio con mucho jénero de árboles frutíferos, como son peros, mançanos, guindos y otras cosas y se dize al dicho Cerrado Hubitarte chipia, que está junto a un Molino de ciertos particulares del dicho lugar, y está entre el Río caudal y del que pasa por el dicho Molino, de manera que le es necesario al quexante para entrar a su Cerrado tener una puente, por no entrar en agoa, y que veinte días puede haver poco más o menos, que le dicho Pero López hizo para pasar a la dicha su heredad una puente por encima de la cequia del Molino, más abaxo de aquel, sin que a nadie hiziese daño alguno y que estando ansí dicha puente, el día y fiesta de San Llorente último pasado en la puerta de la iglesia del dicho lugar antes de la misa mayor se juntaron algunos vezinos del dicho lugar y entre ellos este testigo y vio y entendió que el Bachiller Don Joan de Larraça, abad del dicho lugar, dixo que la puente que había puesto el dicho Don Pedro López, quexante, estaba mal y que se la derribasen, y el quexante le respondió que no la derribasen la dicha puente, porque aquella no hazía daño a nadie, y a esto replicó el dicho abad con alteración que aquella cequia, donde estaba la dicha puente hera suya desde los abismos asta el cielo y que por ello la derribaría y el quexante le tornó a dezir que si tal cosa hiziese le haría castigar por Justicia, y el dicho abad con alteración dixo a los acusados nombrados en la dicha petición de quexa que fuesen con él y derribasen la dicha puente y luego le siguieron los acusados al dicho abad y todos juntos se fueron a derribar la dicha puente, y los demás vezinos quedaron sin yr allá y todavía el dicho quexante insistió en requerir a los acusados que no la derribasen de echo la dicha puente, si no que los haría castigar por Justicia, y el dicho abad siempre respondió que la dicha puente estaba en su perjuizio y que la derribasen y que de ay a un rato un criado del dicho abad llamado Pedrocho fue con un jarro, que cabía medio cántaro de vino y le dixo a este testigo que el abad le había embiado por medio cántaro de vino y este testigo le preguntó que para qué tenía tanto vino y el dicho moço le respondió que hera para dar a beber a los que fueron a derribar la dicha puente, y este testigo le dio el vino y que al otro día siguiente vio este testigo que la dicha puente estaba derribada y los acusados y cada uno de ellos an dicho y confesado haber ellos derribado la dicha puente sobre la qual ansí el dicho Pedro quexante como el dicho abad se dixieron palabras muy ásperas y odiosas y entre otras se acuerda muy bien que el dicho abad le dixo la dicho quexante, poniendo el dedo casi al rostro, que aunque él no quería, la derribarían, y trabaron otras palabras de enojo y después que volvieron según dezían de haver derribado la dicha puente los acusados juntamente con el abad a la dicha iglesia, vio este testigo que el dicho abad luego entró en misa popular y dixo aquella a lo que cree sin haverse reconciliado porque no había ni ay otro clérigo en el dicho lugar de Vacaicua, y que por cosa muy pública se a dicho y se diez que el dicho abad a tenido y tiene dos amigas, la una llamada Mari Joaniz que se dize es de Oñate y la otra Mari López, que es hija del dicho lugar de Vacaicua y que dellas a tenido dos hijos, que los tiene el dicho abad en casa criándolos y que la dicha Mari Joaniz este año pasado de setenta y tres habiendo venido desde Oñate vio este testigo que se recogió en casa y compañía del dicho abad con quien estubo por espacio de medio año y la vio coser e ilar este testigo por muchas vezes públicamente en casa del dicho abad, habiendo ido allá este testigo en presencia del dicho abad y que uno de los dichos dos hijos el mayor dezía la dicha María Joaniz que hera suyo y del dicho abad, y que la dicha María López tanbién a magnifestado muchas vezes que la segunda creatura que es suya y del dicho abad, por lo qual entre los vecinos de Vacaicua siempre dizen por muy público por la dicha María López que es Apez Andrea, que quiere dezir muger o amiga del abad y que esto a sido y es muy público y notorio y desto a habido y ay pública voz y fama entre todos o los más vezinos del dicho lugar de Vacaicuoa y dixo más que puede haver diez meses poco más o menos que el quexante, como Familiar que es de la Santa Inquisición, les dixo y requerió a este testigo y a Miguelico hijo de Pero Martínez y otro llamado Onsalo, que es hijo del lugar de Iturmendia, que le siguiesen a la casa de Marina Barrena, vezina de Bacaicua, que él quería reconocer la dicha casa como Familiar y por cosas que tocaban a la Santa Inquisición y ansí le siguieron y fueron a la dicha casa y el dicho Familiar tocó en la puerta llamando que se la abriesen y ansí entraron habierta la puerta a la dicha casa y trabaron en ella ciertas palabras la dicha Marina Barrena y el Familiar como tiene declarado en el proceso que entre ellos se trató criminalmente a que en lo necesario se refiere y que de ay a pocos días como vezino muy cercano que es del dicho abad un día fue este testigo a su casa del dicho abad, el quoal tratando de la riña de los dichos Pedro López Familiar y Marina Barrena le preguntó a este testigo si se había allado presente en la dicha riña y este testigo le dixo que sí, y le referió lo que allí había pasado, y el dicho abad le dixo a este testigo que goardase, que el quexante su culpa y carga no le echasen a este testigo y a los demás que con él fueron, y este testigo le respondió que pues qué se podía hazer, y a esto le dixo le dicho abad a este testigo que si él declaraba que pasando este testigo por.. 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