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martes, 23 de diciembre de 2014

Bacaicoa 1724 Burunda defiende sus costumbres

Bacaicoa contra Burunda, sobre cumplimiento de un acuerdo relativo a la asignación de turnos para vigilar a Ignacio de Miguel de Echarri, preso refugiado en la ermita de San Benito, acusado de la muerte de José Zubiría.
            El domingo día 6 de febrero de 1724 por la noche fue herido gravemente José Zubiría, en el mismo pueblo de Bacaicoa, por Ignacio Miguel de Echarri, natural de “Echarri Arañaz, y criado de labranza de Fausto de Goicoechea”, que se refugió en la ermita de San Benito del despoblado de Iturrun. Murió José Zubiría por la mañana del domingo siguiente, día 13 de febrero.
            El 14 siguiente los Regidores de Bacaicoa, Joaquín Goicoechea y Echeverría y Ju
an de Gainza y Mendizábal menor, por acuerdo de todo el pueblo se dirigen al Alcalde del Valle, Miguel Zufiaurre, vecino de Urdiain, para se encargue del nombramiento de guardas, que vigilen día y noche la ermita de San Benito, con objeto de evitar la fuga del sospechoso.
            El viernes día 18, en ausencia del Alcalde, se notifica este acuerdo a su Teniente Alcalde, Lucas Zufiaurre; contesta que el próximo domingo (20 de febrero) hay llamada a Junta General del Valle. Al refugiado en lugar sagrado le vigilan 4 guardas de día y 10 de noche.
            El 23 del mismo febrero denuncian los de Bacaicoa el incumplimiento de sus obligaciones con que se comporta el Alcalde del Valle y su Teniente; con esta fecha manda el Consejo Real que todos los vecinos de Burunda por igual se turnen en la custodia de San Benito.
            El sábado 26 de febrero de 1724 hacia las 5 de tarde en Iturmendi redacta esta comunicación el escribano de Echarri Francisco Jáuregui: “entre siete y ocho horas de la mañana con horden de dicho Alcalde (Miguel Zufiaurre) pasaron quatro hombres vecinos de Urdiain, prevenidos de armas, al cerco de la hermita de San Benito, a hacer guardia al refugiado en él; y con este motivo y reconocimiento del retraído se despidieron los quatro guardas, que estaban de antemano de dicho lugar de Vacaiqua, y que a lo que serían las tres de la tarde dicho Alcalde, acompañado de los dos escribanos (del Valle) an hido a la expresada hermita en cuia circunferencia dichos Regidores con los demás vecinos se hallavan conduciendo leña para el fuego de los guardas, y sin preceder motivo alguno le a mandado dicho Alcalde el que nuevamente pongan luego y sin dilación quatro hombres de día y diez de noche bajo la pena de cinquenta ducados, y que dicho lugar de Vacaiqua continúe en esta forma, que es la que an practicado asta hoy el presente día, y que aunque dichos Regidores pidieron les diese por escrito el mandato, no lo a querido hacer, por decir tienen buena memoria, y con esto temerosos de pena y prisión inmediatamente an puesto quatro hombres y de los otros quatro de Urdiain, que esta mañana fueron  de horden de dicho Alcalde an salido y partido dos para sus casas, con conocida desigualdad y dolor de los vecinos de Vacaiqua, por los quales motivos requerían a dicho Alcalde se dignara manifestar el motivo que para tan pronta nobedad había tenido contra lo mandado en el citado Despacho por el Real Consejo, con protesta de que no arreglándose a lo así mandado por la inobediencia, o recurso que más competa, acudirá dicho lugar de Vacaiqua al dicho Real y Supremo Consejo, y enterado de todo dicho Alcalde respondió que la causa que a tenido es de haberle abisado dichos quatro guarda de Urdiain, que al despedirsen los de Vacaiqua esta mañana, uno de ellos llebó consigo la llave de la puerta de la referida hermita, que se halla abierta y que dicho lugar de Vacaiqua cumpla como a dado principio con poner y continuar quatro hombres de día y diez de noche, y por más aumento de guardas dispondrá el que bayan personas de los otros cinco lugares y que así lo ejecuten”.
            Por su parte el escribano Francisco Galarza, que lleva 12 años con los asuntos del Valle de Burunda y su Juzgado, dice que los gastos los paga cada pueblo donde ocurre el delito, y en prueba de ello alude a varios casos:
Alsasua: hacia el año 1721 mataron de un tiro de escopeta a Pascuala de Zubiría y se apresó a José de Ascarza, y fue enviado a las Cárceles Reales.
Ziordia: el año 1723 mataron en Ziordia a María Jiménez de Oco, y fueron presos a las Cárceles Reales Pedro de Arregui y su mujer María Josefa Lizarraga.
            Olazagutia: en 1723 fue herido José López de Goicoechea y se apresó a José de Retena, y se le envió a las Cárceles Reales.
            El 25 de febrero de 1724 se acuerda la siguiente acta del Valle de Burunda:
            “En el Zerro de Bazarramendia a veinte y cinco de febrero.... COMPLETO EN PDF 

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