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sábado, 4 de enero de 2014

Urdiain: 1553: venta de ovejas enfermas

“Hernando de Ripa, vecino de Anocibar contra Pedro Sagasti y Esteban de Urdiain, vecinos de Urdiain, sobre que le devolviesen las cantidades que pagó por una porción de ovejas y carneros, que les compró por haber resultado estar enfermos y muerto la mayor parte de unos y otros, a lo que se les condenó por sentencia del Teniente de Alcalde del Mercado de esta ciudad con costas, la que fue confirmada por otra de la Real Corte”. También escriben “Hernando de Erripa”.
            El 7 de julio de 1553, día de San Fermín, Fernando Anocibar, compra a Pedro Sagasti y Esteban de Urdiain, “38 obejas echo precio cada cabeça a 7 reales de plata y quoartillo y más quoatro carneros primales los dos en nuebe
reales y los otros dos en siete reales y un coartillo”. Los compró y pago en Urdiain; al día siguiente en Sarasa se dio cuenta de que “dicho ganado era doliente y estaban de dolencia que llaman papoa(1), de la quoal dolencia contagiosa luego començaron a morir en llegando en Anocibar, y se le an muerto nuebe cabeças de las dichas obejas y se acabarán de morir las más de la dicha dolencia contagiosa”.
(1) Papo: “papoa”; enfermedad del ganado; el año 1645 dicen en Artajona: “la enfermedad que llaman del papo es una enfermedad encubierta en el ganado menudo, que se suele descubrir seis meses y más después que se ha engendrado y hordinariamente se suele engendrar en el verano por beber las aguas o bien por sacar a las mañanas con rucío y el mismo verano suele estar encubierta la dicha enfermedad y se descubre después, el verano siguiente”. (AGN Proceso n.º 188606 folio 11)
Peloa: ante el temor de una epidemia sobre el bovino en la Baja Navarra, analizan un buey para la carnicería de Pamplona: “tenía dicho mal de papo, se ha hallado después de abierto estar interiormente entumecido un bulto grande y todo apostemado con dos raíces en medio, que llaman peloa, como la que suelen tener los cerdos y los mata en breve tiempo, de forma que rancadas de raíz las dos astas, salía de ellas y sus remates postema en bastante cantidad, al qual tampoco se han atrevido los matabueyes sacarle el vientre por el mucho edor que despedía de sí, temerosos de alguna mala resulta en su salud”. (AGN Archivo Secreto, Título 19 fajo 1.º n.º 51 folio 23v)
La reclamación la hace el 21 de noviembre de 1553, después de que se negaron a devolverle el dinero.
Los de Urdiain contestan que cuando le vendían el ganado le dijeron que si le gustaba lo comprase, y si no que lo dejase. Entre los testigos que presenta Fernando de Ripa está su cuñado, Joanes de Sarasa, que dice habló con los de Urdiain reclamando el ganado por su dolencia, pues “le parecía que tenía papo (una oveja)... y le dixieron que no sabían qué mal hera el papo”. (f. 5)
“Joan Martiz de Urdiain”, dice que efectivamente era enfermedad está atacando al ganado de Urdiain y a él mismo se la han muerto 50 ovejas de “papo”, enfermedad que se notó en marzo y murieron muchas ovejas en el verano; otro de Urdiain dice que empezaron a morir las ovejas al principio del verano y que murieron muchas.
“Pedro Sagasti”, que en su réplica dice que le importunó mucho Fernando Ripa para que le “bendiese las obejas, que tenía necesidad de ellas, y el dicho mi parte le dixo, pues teneys tantas ganas, miradlas y reconoceldas, si soys contento y oy o maynana no me pongays achaquia(2) alguna, porque de ochenta cabeças que tenía no se me an escapado sino estos pocos que beys no se como se me an muerto”. (f. 11)
(2) Achaquia: el 26 de marzo de 1779 declaraba en Peralta Miguel Pérez sobre la salud de Juan Goñi, de unos 80 años, que se había metido en la iglesia y no quería ir a Pamplona tras menospreciar al alcalde y decía: “está indispuesto de su persona por achaquia de haber comedio unas acelcas (sic) con queso y que sabe y ha visto este testigo qui a más de dos años de tiempo que anda doliente y a esa causa no es señor de su persona para poder retener sus inmundicias”. (AGN Proceso Sentenciado, Lorente, año 1789 fajo 1.º n.º 31 folio 178)


En réplica también un testigo, que estuvo en la compra y que por segunda vez declara, Juanes de Sarasa, “dixo más que a ruego del dicho demandante en su compañía fue a comprar las ovejas contenciosas y al tiempo que compró el demandante aquellas al dicho defendiente, dixo el dicho defendiente que se le abían muerto eceptando aquellas que bendía de una enfermedad llamada carraca(3) al ibierno, y este testigo le dixo si no an tubido otro mal ya se les abrá pasado el dicho mal y el dicho defendiente le dixo a este testigo y al dicho demandante que el dicho ganado que estaba sano y bueno y por tal les vendía y este testigo le replicó: mirad que no nos engayneys por amor de Dios y dezidnos la berdad, si tienen el mal del papo; y el dicho defendiente respondió que no, ni sabía qué mal era el del papo y les bendía por sanos y buenos.” (f. 13)....

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