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miércoles, 9 de enero de 2019

1551 Ecay diezmos


1551 Ecay diezmos
            “Proceso de don Pedro de Hualde, rector de la parroquia del lugar de Ecay del valle de Araquil, contra Lope Zuazu, vecino de Ecay sobre la forma de hacer las diezmas y primicias”.
            En la protesta, que hace el 26 de septiembre de 1551, dice el rector que sus parroquianos desde siempre, “cada uno el diezmo de los frutos, que Dios les da en cada un año, lo han acostumbrado y acostumbran llebar luego así como los van cogiendo a la casa donde vive el dicho rector” y de la cosecha última Lope Zuazu se ha negado a darle nada.
            El 3 de diciembre contesta Lope Zuazu que tiene hecho el diezmo de las uvas y que el del grano no lo quiso recibir dicho rector; cree que este juicio no tiene sentido, porque la reclamación no procede: “Lope de Çuaçu, sozmerino del Val de Araquil”, dice que mandó con el grano a sus criados a casa del rector, pero como no lo quiso recibir, mandó que lo echaran dentro de la iglesia.
            El 9 de noviembre de 1551 se toman varias declaraciones:
            “Lope de Çuaçu, defendiente dixo ser de hedad de sesenta años” y que de la era se llevó el grano a casa; después de recibir citación de los tribunales de Pamplona lo envió con sus criados al rector, que al no recibirles, lo depositaron en la iglesia; reconoce que había dicho en algunas
ocasiones que no llevaría el trigo a casa del clérigo, y que éste pasase por las casas de los vecinos para la recogida del diezmo, pues “el dicho rector no da la comida acostumbrada a los del pueblo, porque la dicha comida acostumbran dar los rectores, porque los parrochianos lleben las diezmas a sus casas y que no dándoles la comida no tienen obligación de llebar las diezmas a casa del dicho rector”.
            “Juan de Içurdiaga, vezino del lugar de Equay” de 56 años, dice que desde siempre “an hecho y hazen sus diezmas de la hera y de la viña en fuera sin llevarlas a su casa así como van cogiendo los frutos cada fructo en su tiempo y llevarlos a la casa y cámara deputada para ello por el dicho abad”. Oyó decir que Lope Zuazu se llevó el trigo a casa y que decía que como el rector no daba la comisa, no se lo llevaría; después vino la citación del Real Consejo y a la semana vio que había en la iglesia “un montón de trigo, que sería hasta veynte robos de trigo... vio que era muy limpio y bueno y tal que no se ha cogido mejor el presente año”.
            “Miguel de Equay hijo de Juan de Irurçun”, vecino de Ecay, de 22 años, dice que suelen llevar el trigo de la era al rector y “de qualquiere otro grano y de las ubas an llevado y lleban los dichos parrochianos y dezmeros al palacio del dicho lugar, que es la casa y habitación del dicho demandante y lugar deputado para ello por él de las heras y viñas en fuera”; y vio el trigo, bueno y limpio, dejado en la iglesia, que llegaría a tres cargas.
            Otro testigo declara que “un día domingo vio que el dicho rector de Equay leyó una escomunión en la yglesia contra los que no abían dezmado o no habían hecho las diezmas derechamente”. Lo depositado estuvo allí más de 15 días, “hasta que un clérigo llamado don Juan de Equay, beneficiado de la misma yglesia, llebó a su casa el dicho trigo, que estaba en la yglesia, porque no se perdiese, que abía 23 robos de trigo muy bueno y limpio y cierto mijo y legúmina y otras menucias”.
            “Joane Artano, vecino del dicho lugar de Equay... de 60 años” dice que se leyó una excomunión en la iglesia y que Lope Zuazu le dijo al rector que recogiese el diezmo de su casa, pues no daba la comida que debía y vio el montón a los días en la parroquia y “después oyó decir que lo abía tomado en su poder don Juan de Irayneta beneficiado”; se trataba de un buen trigo.
            “Miguel de Beasoain, criado del dicho Lope de Çuaçu defendiente... de 20 años”, testifica que después de los incidentes ocurridos se les mandó llevar el trigo a casa del rector, “y por no hallar al dicho rector demandante en la dicha casa y palacio requerieron a Juana de Artazcoz, muger de Juan de Hualde, cuyo es el palacio, cuñada del dicho rector, que tomase y recebiese las dichas diezmas y ella no las quiso recebir”; volvieron a casa de su amo, el cual les mandó que ante dos testigos volviesen a hacer la entrega al palacio y como de nuevo se negó a recibir el grano, hicieron el depósito dentro de la iglesia.
            “Miguel de Ollacarizqueta”, vecino de Ecay de 55 años, declara que vio como llebaron el diezmo al palacio y que Juana de Artazcoz no lo quiso recibir, diciendo que tenía orden del rector de no recibirlo, si no pagaban las costas de la citación judicial.
            “Juanes de Echeberria”, vecino de Ecay, de 33 años fue uno de los testigo de la conducción del trigo al palacio, que después terminó en la iglesia.
            No hay más trámites sobre el caso, que por otra parte estaba bien claro. (AGN Procesos Pendientes, Zunzarren, 1551-53 n.º 3)  PDF

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