1551 Ecay diezmos
“Proceso de
don Pedro de Hualde, rector de la parroquia del lugar de Ecay del valle de
Araquil, contra Lope Zuazu, vecino de Ecay sobre la forma de hacer las diezmas
y primicias”.
En la
protesta, que hace el 26 de septiembre de 1551, dice el rector que sus
parroquianos desde siempre, “cada uno el diezmo de los frutos, que Dios les da
en cada un año, lo han acostumbrado y acostumbran llebar luego así como los van
cogiendo a la casa donde vive el dicho rector” y de la cosecha última Lope Zuazu
se ha negado a darle nada.
El 3 de
diciembre contesta Lope Zuazu que tiene hecho el diezmo de las uvas y que el
del grano no lo quiso recibir dicho rector; cree que este juicio no tiene
sentido, porque la reclamación no procede: “Lope de Çuaçu, sozmerino del Val de
Araquil”, dice que mandó con el grano a sus criados a casa del rector, pero
como no lo quiso recibir, mandó que lo echaran dentro de la iglesia.
El 9 de
noviembre de 1551 se toman varias declaraciones:
“Lope de
Çuaçu, defendiente dixo ser de hedad de sesenta años” y que de la era se llevó
el grano a casa; después de recibir citación de los tribunales de Pamplona lo
envió con sus criados al rector, que al no recibirles, lo depositaron en la
iglesia; reconoce que había dicho en algunas
ocasiones que no llevaría el trigo
a casa del clérigo, y que éste pasase por las casas de los vecinos para la
recogida del diezmo, pues “el dicho rector no da la comida acostumbrada a los
del pueblo, porque la dicha comida acostumbran dar los rectores, porque los
parrochianos lleben las diezmas a sus casas y que no dándoles la comida no
tienen obligación de llebar las diezmas a casa del dicho rector”.
“Juan de
Içurdiaga, vezino del lugar de Equay” de 56 años, dice que desde siempre “an
hecho y hazen sus diezmas de la hera y de la viña en fuera sin llevarlas a su
casa así como van cogiendo los frutos cada fructo en su tiempo y llevarlos a la
casa y cámara deputada para ello por el dicho abad”. Oyó decir que Lope Zuazu
se llevó el trigo a casa y que decía que como el rector no daba la comisa, no
se lo llevaría; después vino la citación del Real Consejo y a la semana vio que
había en la iglesia “un montón de trigo, que sería hasta veynte robos de
trigo... vio que era muy limpio y bueno y tal que no se ha cogido mejor el
presente año”.
“Miguel de
Equay hijo de Juan de Irurçun”, vecino de Ecay, de 22 años, dice que suelen
llevar el trigo de la era al rector y “de qualquiere otro grano y de las ubas
an llevado y lleban los dichos parrochianos y dezmeros al palacio del dicho
lugar, que es la casa y habitación del dicho demandante y lugar deputado para
ello por él de las heras y viñas en fuera”; y vio el trigo, bueno y limpio,
dejado en la iglesia, que llegaría a tres cargas.
Otro
testigo declara que “un día domingo vio que el dicho rector de Equay leyó una
escomunión en la yglesia contra los que no abían dezmado o no habían hecho las
diezmas derechamente”. Lo depositado estuvo allí más de 15 días, “hasta que un
clérigo llamado don Juan de Equay, beneficiado de la misma yglesia, llebó a su
casa el dicho trigo, que estaba en la yglesia, porque no se perdiese, que abía
23 robos de trigo muy bueno y limpio y cierto mijo y legúmina y otras
menucias”.
“Joane
Artano, vecino del dicho lugar de Equay... de 60 años” dice que se leyó una
excomunión en la iglesia y que Lope Zuazu le dijo al rector que recogiese el
diezmo de su casa, pues no daba la comida que debía y vio el montón a los días
en la parroquia y “después oyó decir que lo abía tomado en su poder don Juan de
Irayneta beneficiado”; se trataba de un buen trigo.
“Miguel de
Beasoain, criado del dicho Lope de Çuaçu defendiente... de 20 años”, testifica
que después de los incidentes ocurridos se les mandó llevar el trigo a casa del
rector, “y por no hallar al dicho rector demandante en la dicha casa y palacio
requerieron a Juana de Artazcoz, muger de Juan de Hualde, cuyo es el palacio,
cuñada del dicho rector, que tomase y recebiese las dichas diezmas y ella no
las quiso recebir”; volvieron a casa de su amo, el cual les mandó que ante dos
testigos volviesen a hacer la entrega al palacio y como de nuevo se negó a
recibir el grano, hicieron el depósito dentro de la iglesia.
“Miguel de
Ollacarizqueta”, vecino de Ecay de 55 años, declara que vio como llebaron el
diezmo al palacio y que Juana de Artazcoz no lo quiso recibir, diciendo que
tenía orden del rector de no recibirlo, si no pagaban las costas de la citación
judicial.
“Juanes de
Echeberria”, vecino de Ecay, de 33 años fue uno de los testigo de la conducción
del trigo al palacio, que después terminó en la iglesia.
No hay más
trámites sobre el caso, que por otra parte estaba bien claro. (AGN Procesos
Pendientes, Zunzarren, 1551-53 n.º 3) PDF
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