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Bacaicoa: 1692 y 1927: Arrieros: Se decía antaño: No le preguntes al arriero si pierde o si gana; si vuelve, gana.
Lucas de
Goicoechea, arriero, vecino de Bacaicoa, contra Josefa de Mendoza, viuda de
Juan Virto, vecina de Estella, sobre 100 reales de resto de pago de una carga
de cera amarilla, que le vendió.
El 15 de
enero de 1692 “Lucas de Goicoechea, vecino del lugar de Bacaicoa, dice que aura
como dos meses, poco más o menos, que bendió a Josepha de Mendoza, viuda vecina
de esta ciudad (de Estella), una carga de cera amarilla, que pesó onze arroba y
cinco libras y media, ajustado precio a dos reales y medio la libra y de resto
de su montamiento está deviendo al suplicante cien reales”, que reclama en los
Tribunales.
La viuda
Josefa Mendoza contesta que no le debe nada, pues le pagó 600 reales en dinero
y el resto en cosas de su “botiga”.
El Juez y
Alcalde de Estella, Juan de Oscoz, sentencia el 18 de enero de 1692 que pague
los 100 reales y que reclame lo otro que dice se llevó de la “botiga”.
María
Josefa Mendoza ve ejecutada la deuda de los 100 reales y dice en su protesta
que el día de San Andrés le compró la cera y que le pago los dichos 600 reales,
y que a la mañana siguiente le reclamaba el arriero de Bacaicoa que solo le
había dado 500, y el resto se llevó en géneros diversos; el cual sigue
exigiendo esos 100 reales, que ella afirma habérselos pagado en especie.
En Estella
declaran algunos testigos el 8 de febrero de 1692:
Josefa Virto, viuda de Manuel
Incharte, de 28 años, es hija de la viuda Josefa Mendoza, asegura que su madre
no debe nada.
Dorotea de Zúñiga, de 16 años,
dice que estaba presente cuando la viuda Josefa Mendoza le decía a “un hijo
mirase como le dava seiscientos reales a la parte contraria”.
Antonia
Virto, de 18 años, hija de Josefa Mendoza, afirma que su madre entrego 600
reales el día de San Andrés.
José Virto,
de 15 años, hijo de Josefa Mendoza, explica que en el cuaderno de cuentas de su
madre anotó los 600 reales.
Pedro de
Nuin, de 53 años, declara que coincidió en casa de Josefa Mendoza el día, en
que Lucas Goicoechea fue a cobrar el resto de la cera, y que frente al apunte
de 600 reales, éste insistía que solo le habían dado 500 y que los 100 reclamaría
en Justicia.
José de San
Vicente, de 32 años, cuanta lo mismo, que el testigo anterior, y que Lucas
Goicoechea se quejó del fraude.
El arriero
sigue reclamando la deuda y mantiene ser justa la ejecución hecha a Josefa
Mendoza, “por 100 reales de principal y más las costas, que le está debiendo de
resto de 1.002 y medio reales, valor de las onze arrobas y cinco libras y media
de cera amarilla, que le dio bendidas la bíspera (29 de noviembre de 1691) del
día del Apóstol San Andrés último pasado, a respecto de dos reales y medio la
libra.” Dice que él no sabe leer ni escribir, y que el asiento de 600 reales,
en vez de 500, él no lo vio, y que en su vida de arriero nunca ha tenido estos
líos.
El 23 de
febrero de 1692 declaran varios testigos más en Estella, haciendo algunos de
ellos reconocido elogio del arriero Lucas:
Benito de Echeverría, Maestro
Cerero, de 32 años, dice que desconoce el caso con Josefa Mendoza, pero que
Lucas, presentante, “haze muchos años trata y contrata con Juan y Julián de
Zugarrondo, hermanos, y Gabriel de Oteiza, Maestros Cereros, y otros mercaderes
de esta ciudad, y con el testigo, trayéndoles cargas de cera y otras cosas, que
se les a ofrecido, y que con ninguno de ellos ni con el testigo a tenido
diferencia ni fraude alguno, sino que siempre le a visto profesar con mucha
legalidad, y verdad, obrando con grande justificación en todas sus dependencias
y que en esta fama y opinión, por su buen proceder, está comúnmente tenido y
reputado.”
Julián de Zugarrondo, Maestro
Cerero, de 44 años, viene a decir lo mismo que el anterior.
Pedro de Nuin, de 53 años, ya
había declarado anteriormente, y sobre el arriero Lucas repite, como los otros,
que le tienen en Estella en muy buena opinión.
José de San Vicente, de 32 años,
insiste en confirmar la buena fama de Lucas.
Juan Oscoz, Alcalde y Juez de
Estella, el 29 de enero de 1692, había mandado embargar bienes de Josefa
Mendoza por el valor de los 100 reales, más 29 tarjas de costas; ante la
protesta de la viuda, manda el envío de lo actuado a los Tribunales de
Pamplona.
El 12 de marzo de 1692 declara la
viuda Josefa Mendoza, vecina de Estella, de 50 años; explica que hizo el pago
de los 600 reales, anotados en un papel por no tener libro de cuentas; y afirma
que le tiene a Lucas Goicoechea por hombre honrado, pero que en este asunto
está equivocado.
Contesta Lucas Goicoechea que
Josefa Mendoza sí tiene libro de cuentas, “por lo mucho que comercia”, por lo
que no dice la verdad; y que el pago fue la víspera de San Andrés, pues el día
del santo, siguiendo su viaje de arriería, ya estaba en Marcilla.
El 28 de marzo del mismo 1692
sentencia el Alcalde de Estella que prosiga la ejecución de los 100 reales y de
las costas contra Josefa Mendoza.... COMPLETO EN PDF
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