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Bacaicoa: 1560 – 1597: Arrieros: saca de trigo y contrabando.
Para el control del precio del
trigo y para proteger el abastecimiento de los más necesitados se prohibía su
extracción del Reino; otras medidas iban a la reserva en depósitos u hórreos
colectivos y a la creación de Arcas de Misericordia; en ocasiones se hacía Cala
y Cata del grano existente; así se calculaba si había la suficiente cantidad
para las necesidades de la población, incluida la siembra. El almacenamiento
especulativo y el contrabando podían desequilibrar el ajuste entre la oferta y
la demanda. La extracción irregular conllevaba la pérdida de las caballerías y
la carga sorprendida, siendo una tercera parte de lo decomisado para el
denunciante.
Bacaicoa: 1560
Denuncia contra Juan, hijo de Eztibariz de Yarra, y Pedro
Peroch, vecinos de Bacaicoa, el guarda Juan de Alfaro, vecino de Estella, sobre
saca de trigo.
El miércoles 15 de mayo de 1560 pasan 5 arrieros en grupo y
se les presentan varios guardas; Pedro Peroch y Sancho Iruñela les hacen caso y
se detienen; siguieron su camino los otros tres: Hernando Albiztur, Juanes
Zerain y Juan, hijo de Eztibariz de Yarra.
Al día siguiente declaran algunos testigos:
Gonzalo de Iturmendi, vecino de Iturmendi, de 30 años, fue
uno de los que acompañó a Juan de Alfaro en la detención.
Pedro Peroch, vecino de Bacaicoa, de 50 años, estaba entre
los que llevaban trigo, y en concreto iba con 7 cargas.
Joanes, hijo de
García de Zubiría, vecino de Iturmendi, de 30 años, declara que el día 15
trabajaba en una pieza, cuando fue requerido por “Machín Vergara y Gonçalo de
Iturmendia”, bajo pena de 30 ducados, de que les acompañara a detener a unos
mulateros; así fue a la “endrecera llamada Ibarbez camino de Guipúzcoa”.
El
escribano que actúa es “Joanes de Goicoechea”, era vecino de Urdiain, junto al
Alcalde de Burunda, Lope García de Garayalde (que parece de Iturmendi).
Joanes de Eztibariz de Yarra,
vecino de Bacaicoa, de 40 años, dice que compró trigo en Abárzuza, y que lo
llevó a Baraibar, en pago de una deuda, que tenía, por la compra de unos
bueyes, a donde llevó 2 cargas de trigo; por tanto niega que hubiese pasado
grano alguno de trigo a Guipúzcoa.
Pedro
Peroch manifiesta que llevaba trigo también comprado en Abárzuza, para una
nuera suya a Alsasua, el cual se lo quitaron los guardas.
Por
sentencia del 15 de junio de 1560 se condenó a Juanes de Yarra en “40 libras
carlines por las dos cargas de trigo, que pasó del Reyno y el dicho Pedro
Peroch en 20 libras por la carga de trigo que pasó”, con costas, y por esta vez
no tiene en cuenta el Tribunal el valor del trigo ni el de las acémilas.
Tras el
juicio volvieron ambos a Bacaicoa, sin intención ninguna de abonar nada, y así
estaban sin haber pagado bastante tiempo después. (AGN Procesos Sentenciados,
Pedro Aguinaga, 2.ª Serie, 1560, n.º 4654)
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Bacaicoa: 1563: Contra Juan y Pedro Larraza, vecinos de Bacaicoa, sobre saca de trigo.
El 1 de diciembre de 1563, hacia las ocho de la tarde, tres
de Bacaicoa son detenidos en “Çabarin, junto al Puerto de Berrenoa”;
primeramente “Miguel de Çubiría, alias Gorri”, de 30 años, y a las dos horas,
Juan de Larraza, menor, de 30 años y Pedro de Larraza.
Miguel llevaba 5 robos y medio de trigo y los otros a cada 6
robos y medio, cada uno con un macho.
Les pararon, como guardas, Felipe de Arbizu, vecino de
Alsasua y Cirujano, y Martín Vergara y Juanis de Zuazti de Urdiain.
Los arrieros llevaban albarán y el trigo era comprado en Los
Arcos, que al tiempo estaba en Castilla, y lo llevaban a Guipúzcoa, que también
era Castilla. Tuvieron que presentarse en Pamplona, después de dejar
decomisados el trigo y los machos, y les obligaron en la ciudad a dar fianzas.
Se dictó
sentencia el 10 de diciembre de 1563:
“En el
negocio de nuestro Fiscal de la una parte, y Joanes de Larraça y Pedro de
Larraça, y Larramendi su procurador, acusados de la otra, acusados de aber
sacado trigo de este Reyno para el de Castilla, contraveniendo a nuestras Leyes
y otras costumbres:
Se dan por
libres y quitos los dichos Joanes de Larraça y Pedro de Larraça de la acusación
contra ellos puesta y que les vuelvan sus dos cargas de trigo, que les tomaron
las guardas y cancellar las fianças, que tienen dadas, sin costas.
Proveyó lo
susodicho el Consejo Real en Pamplona en Consejo en audiencia viernes a diez de
deziembre de mil quinientos sesenta y tres años, y se mandó reportar a mí,
presentes los procuradores de esta causa y Atondo del Consejo Real. Pedro de
Aguinaga, secretario.”
Pedro Zubiría negó las
acusaciones, admitiendo que se hiciera pesquisa de lo que decía, pero sin ella
concluyó el caso. (AGN Procesos Sentenciados, Pedro Aguinaga, 2.ª Serie, 1563,
n.º 4404)
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Bacaicoa: 1564: Juan de Undiano, arrendador de las Tablas Reales de Saca y Peaje del Reino, contra Miguel de Peruluce, vecino de Bacaicoa, sobre la paga de 400 ducados y demás cantidades, que se expresarán de pena y derechos doblados y libras en que incurrió, por haber introducido desde Álava dos cargas de pimienta, siendo ésta de extranjero sin manifestarlas, ni pagar los derechos reales, y haberla sacado de nuevo a Guipúzcoa.
Juan de
Undiano era arrendador de las Tablas para 3 años: 1561 – 1563.
En enero de
1564 le reclaman por vía ejecutiva a Miguel Peruluce las cantidades expresadas
por saca de pimienta, y niega haber hecho tal comercio y trasporte el año 1562,
como le acusan, y que valían las dos cargas de tal pimienta los 400 ducados.
Miguel Peruluce (su hijo se
llamaba “Lopecho”) explica el 6 de junio de 1564 en su versión que las cargas
de pimienta las metió en su casa de Bacaicoa, sin estar él en ella y sin su
conocimiento, “Martín de Bazterra hijo nativo del mismo lugar de Bacaicoa, que
vive y mora en la ciudad de Vitoria y las traxo juntamente con Joan de
Erenchun, vezino de la misma ciudad... estuvieron en ella muchos días y después
por mandado del dicho Martín Vazterra, un hermano suyo, llamado Joanes Vazterra
por carta del dicho Martín Vazterra su hermano, llevó las dichas cargas a donde
le pareció”. (f. 9)
El martes 2 de mayo de 1564 se toman declaraciones:
Miguel de Peruluce, vecino de
Bacaicoa, de 60 años, dice que a su casa llegó la pimienta por manos de Martín
Bazterra, bastero, vecino de Vitoria, y que él no la sacó a Guipúzcoa.
Juan López de Bacaicoa, mesonero,
vecino de Bacaicoa de 65 años, declara que es cuñado de Miguel de Peruluce,
casados ambos con sendas hermanas; dice que hace un año y cuatro meses fue a
Valladolid con Martín Bazterra (bastero de Vitoria) y llevaron 260 cerdos; y
“Martín de Bazterra en Valladolid compró dos cargas de pimienta, que pesaron 22
arrobas, en que pagó por ellas 300 y más ducados”, y las llevó a Vitoria; luego
oyó que estuvieron en Bacaicoa, pero él personalmente no lo sabe.
Andrés de Ziordia, vecino de
Iturmendi, de 32 años, dice que llevó las dos cargas de pimienta en dos
acémilas de la casa de Miguel de Peruluce a Alegría (de Guipúzcoa) por 26
reales de plata; no cree que pagaron derechos ni llevaban albarán.
Martín López de Zubiría, vecino
de Bacaicoa de 64 años, declara que él y su hijo eran tablajeros y no
declararon la pimienta.
Íñigo de Arratia, vecino de
Bacaicoa, de 32 años.
Peru López de Zubiría, vecino de
Bacaicoa, de 24 años.
María Périz de Eztibariz, mujer
de Peru López de Zubiría, de 30 años.
El 6 de mayo de 1564 siguen otros testimonios:
“Hernando de Liçardi, Carpintero,
vezino de la villa de Fontarrabia... de 25 años... la mujer del dicho Miguel
Peruluce defendiente y la madre de este testigo son hermanas... dixo que este
testigo conoce a Martín Bazterra y Joanes Bazterra, hermanos nombrados en este
artículo, por ser como son hermanos de la madre de este testigo... e dixo más
que por inbierno del año pasado de 1563, que no se acuerda por qué mes, mas de
que hera ibierno y llobía mucho, este testigo llegó en el lugar de Alegría, que
es en la provincia de Guipúzcoa, y fue al Mesón a casa de Joan de Aiçaga”, donde
descargaron la pimienta Andrés de Ziordia de Iturmendi y Joanes Bazterra. Para
las cargas de pimienta se repite el nombre de “dos cargas de pebre”; se piden
derechos “diziendo que ha sacado del Reyno cierta cantidad de pebre”. (f. 21 y
4)
Martín de Yarra, vecino de
Bacaicoa, de 38 años, manifiesta que “puede haber un año y dos meses, poco más
o menos, cree hera a lo que se acuerda por el mes de março pasado ubo un año,
un día domingo, estando este testigo en la casa de Miguel de Peroluce,
defendiente, jugando al matacán con otros vecinos del dicho lugar, entre las
dos y tres horas después de mediodía, la colación y a la sazón sabe que el
dicho defendiente estaba en vísperas en la iglesia parroquial del dicho lugar
de Vacaiqua, y a este tiempo y sazón estando este testigo y los otros vezinos
sus compañeros asta doce asta doze hombres olgándose, vio que Martín Bazterra y
Joan de Erenchun, vezinos de la ciudad de Vitoria”, entraron en casa de Miguel
Peruluce con dos machos cargados de pimienta; cuando llegó Miguel Peruluce no
admitía la pimienta en su casa, pero al fin después de mucho rogarle la dejaron
para unos días; de la Alegría parece que la pasaron a Francia. (f. 23)
Casualmente, por estos días, los hijos de Miguel Peruluce, Lope y Pedro
Peruluce, el mayor de los dos, estaban en “Monçón de Aragón con pescados”. (f.
23v)
Miguel de Bengoechea menor,
vecino de Bacaicoa, de 20 años.
Miguel de Urdiain, hijo de Juanes
de Urdiain, vecino de Bacaicoa, de 20 años.
“Domingo Nafarra, hijo de Martín
Nafarra”, vecino de Bacaicoa, de 22 años.
Miguel de Arbizu, vecino de
Bacaicoa, de 24 años, explica que la casa de Miguel Peruluce estaba “en el
Barrio Bajo” o “Bajo la iglesia”, según uno u otro testigo.
“Testigo VIII. Ítem el dicho Martín de Çanguito, vezino del lugar de
Bacaycua, testigo presentado por el dicho defendiente para en razón de sus
artículos y preguntado dixo ser de hedad de quoarenta anos poco más o menos y
que conosce a los litigantes desta causa, y no es pariente, afín ni interesado
en este pleito, ni dirá cosa en contra de la verdad y desea que gane este
pleito quien justicia tubiere, e no le comprenden las otras preguntas generales
de la Ley, e que terná en secreto su dicho asta la publicación de este proceso.
A la primera pregunta dixo que sabe ser verdad lo contenido en el artículo y lo
sabe por razón que puede haber un año y más cree hera por quoaresma un día de
fiesta, no se acuerda que día ni fiesta hera, estando este testigo en el dicho
lugar de Bacaycua, en el Barrio llamado Basterra, en dicha endrecera y junto a
la casa del defendiente olgándose con los vezinos y estando al tiempo en el
dicho lugar el dicho defendiente sabe y vio y se acuerda que era el dicho día
que hera par de tarde llegaron en la casa del dicho defendiente Martín Vazterra
bastero, y Joan de Erenchun, vezinos de la ciudad de Vitoria, en el artículo
nombrado, a quienes conosció muy bien y con ellos un mulatero mancebo, que
dizen hera natural de el lugar de Elgueta con dos hazémilas, el uno de color
pardo y el otro castaño negro, cargados de dos cargas de pimienta, que traían
de Valladolid comprada, donde descargaron los dichos machos en la casa del
dicho defendiente donde al tiempo llegaron muchos vezinos del dicho lugar ha
ver lo que hera con pensar que trayan los dineros de los puercos, que habían
comprado para pagar a Lope de Asarte, que estaba agoardando en la cas...
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