“De Miguel López de Galarza contra Juan de Echeberría,
vecinos del lugar de Urdiain sobre querella por palabras de injuria.”
El
incidente, si se dio, fue el 15 de agosto de 1683, siendo escribano del Juzgado
de Burunda Bartolomé Galbete y el Alcalde Fausto Fernández de Garayalde y
Lazcano.
Los dos litigantes, Miguel y
Juan, que estaban reñidos, hicieron las paces y se perdonaron en la iglesia de
Iturmendi a finales de septiembre; así quedó el pleito suspendido, hasta que el
26 de abril de 1684 Miguel López de Galarza lo promueve de nuevo.
Las paces
las habían hecho con ocasión de las “Misiones”. Miguel López de Galarza dice:
“es cierto que en la Misión, que hubo en el lugar de Iturmendi, concurrió su
parte y también la contraria, y que así ellos
como todos los demás, que se
hallaron presentes, pidieron unos a otros generalmente perdón, pero esto fue en
quanto al fuero interior, lo qual es tan cierto que mi parte siempre estubo
firme en dicha ocasión en que para con Dios, le perdonaba qualquier agravio a
la parte contraria, pero que para el mundo le havía de dar satisfacción
haciendo un auto, en que confesase no ser mi parte hombre de tratos y malos
procederes, que la parte contraria le havía dicho.” Enterado del asunto “el
Misionista les llamó a hambas partes y les pidió que se perdonasen el uno al
otro, y mi parte estuvo siempre en que le perdonava a la contraria en cuanto
mirase al fuero interior, pero que no perdonava en quanto mirava al derecho de
pedir satisfacción en el fuero exterior de la injuria, que se le había hecho.”
Dice que le llamó “ladrón y otras dichas”, además dentro de la iglesia delante
de todos.
El 4 de
mayo de 1684 declaran varios testigos:
“Miguel
Ochoa de Iturmendi, Maestro Albaytar, vecino del lugar de Iturmendi... de 25
años”, recuerda que en la Misión el día de la Comunión General todos se
pidieron, en la iglesia de Iturmendi, perdón, pero fuera de la iglesia Miguel
López de Galarza insistió en que en lo externo le debía dar Juan Echeberría un
auto notarial de rectificación.
“Christóbal
de Goicoechea (y Echeverría) Alcalde hordinario del Valle de Burunda... de 40
años”, estuvo “en una Misión, que hicieron los Religiosos Capuchinos en la
iglesia parroquial del lugar de Iturmendi; asistió a ellas en concurso de otras
muchas personas y al tiempo que fue el pidirse perdón unos a otros estando
abrazándose, y pidiendo perdón todos los que concurrieron a este acto, por
tener noticia el que depone que el presentante y la parte contraria tenían
intentado pleyto en la Real Corte sobre palabra de injuria por averle instado
el Misionista a que como alcalde que es de la dicha Valle de Burunda dispusiese
el que los susodichos se hiciesen amigos, y se perdonasen el uno al otro, se
levantó el testigo del asiento, en que estava y en presencia de todos los que
concurrieron en dicha iglesia les llamó a ambos a dos y aviéndolos aunado les
dijo que convenía al servicio de Dios se pidiesen perdón y que se abrazasen y
escusasen pleytos y diferencias, y con efecto se dieron las manos y aun siente
se abrazaron, aunque no está cierto en ello.” Recuerda que después en casa del
abad de Iturmendi insistió en que quería una satisfacción escrita sobre los
insultos. Firma: “Cristóbal de Goicoechea y Echeverría.”
“Lope de
Zubiría, escribano real, vecino del dicho lugar de Iturmendi... de 27 años”,
repite lo dicho por el testigos anterior.
“Luis de
Zubiría”, vecino de Urdiain de 20 años, vio que el Alcalde de Burunda, “el día
de la Comunión General, a persuasión del Religioso Misionista, hizo pedir
perdón a toda la gente, que se alló en la iglesia, y todos generalmente se
perdonaron unos a otros abrazándose, y lo mismo hizieron el presentante y Juan
de Echeverría, parte contraria, y allándose en el concurso de la gente
Christóbal de Goicoechea Alcalde del dicho Valle, levantado del asiento, y a
boz alta llamó a los dichos Miguel López y Echeverría y instándoles asimismo
que se pidiesen perdón, se abrazaron.”
“Don Luis
de Zubiría, abad del lugar de Bacaicua... de 47 años”, declara que “en las
Misiones, que huvo el año pasado de ochenta y tres en la iglesia parroquial del
lugar de Iturmendi por unos religiosos capuchinos, por tiempo de ocho días que
prosiguieron, el último día de la Misión concurrió mucha gente, y también el
que depone, en cuio día el dicho Misionista del púlpito con todo fervor pidió a
todo el concurso que se pidieran perdón unos a otros, y con efecto todos
generalmente se abrazaron y pidieron perdón.” Coincide con los demás testigos
en que el Alcalde nombró a los litigantes y se abrazaron. Fuera de la iglesia,
en casa del abad de Iturmendi, aunque le insistieron a Miguel López de Galarza
en que se apartase de pleitos, se mantuvo firme en que quería una satisfacción
por escrito de injurias, que le había hecho Juan Echeverría.
“Don Pedro
Bergaña, presbítero y residente en el lugar de Bacaicoa... de 30 años”, comenta
que el último día de la Misión, “en el sermón que predicó el Misionista... se
ofrezió el haver dicho el Misionista el acto de contrición, y estándolo
diciendo, pidió que todos se pidieran perdón los unos a los otros.”
Siguen las
declaraciones el 2 de mayo de 1684, todos tienen constancia del abrazo y el
perdón de los dos metidos en pleitos:
“Don Fausto
Ruiz de Guina (Eguinoa), abad del lugar de Iturmendi... de 40 años”, sabe que
en la iglesia de Urdiain, en agosto de 1683, discutieron los pleiteantes “en
razón del estandarte que se lleva en las procesiones, que se ofrezen azer en la
dicha iglesia”; después a finales de septiembre llegó a Iturmendi, “un religioso
capuchino Misionista llamado Fray Simón de Lácar, y prosiguió por tiempo de
ocho días, asistiendo a ellas todas las personas del Valle y otras.” También le
consta que ambos litigantes se pidieron perdón.
“Don Miguel
de Garín, presbítero y beneficiado”, de Iturmendi, de 48 años.
“Don Juan
de la Torre, presbítero y residente en el lugar de Alsasua... de 29 años.”
“Miguel
Martínez de Goicoechea”, vecino de Iturmendi de 48 años.
“Miguel de
Erdocia”, vecino de Iturmendi de 48 años.
“Don Miguel
Ximéniz de Oco, presbítero y beneficiado del dicho lugar de Urdiain... de 4
años.”
Con estas declaraciones
queda pendiente el caso en mayo de 1684, como se hace en el último escrito del
21 de marzo de1685. Los pleiteantes eran primos con hijos, y todas las
personas, que les eran cercanas, no veía bien el pleito, que conllevaría muchos
gastos y disgustos. (AGN Procesos Pendiente, J. Arlegui,
5 $ o � � xz sí lo otorgaron siendo presentes por testigos Martín Miguel de
Galarza, soltero, natural de este lugar, y Clemente de Albizu,DESCARGABLE EN PDF
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