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sábado, 5 de octubre de 2019

1712 Cintruénigo Cirauqui trafico de moneda falsa


El Fiscal contra Miguel Larrayoz, de Cirauqui y los de Cintruénigo Juan Escudero y Clemente Garbayo.
            Los tres estuvieron presos:
Clemente Garbayo y Saldueña, natural y vecino de Cintruénigo, de 48 años, casado con Margarita Mateo, era alamín ese año de 1712 y hermano de José Garbayo.
Juan Escudero, alias el Zafranero, natural de Cervera de Castilla, y habitante en Cintruénigo, de 45 años, labrador.
Miguel Larrayoz, cerero y estanquero, vecino de Cirauqui de 32 años, casado con María Josefa Pardo, de 27 años, en 1705 y fue alcalde el año 1711.
El 24 de mayo de 1712 el alcalde y juez de Cintruénigo, Leandro de Leoz y Aznar recibe declaraciones sobre la circulación de dinerillos falsos de Aragón y apresa a Clemente Garbayo y Juan Escudero:
“Francisco de Argaiz”, mercader, vecino de Cintruénigo de 32 años, dice que hace un mes le ofrecieron 12 reales de dinerillos por 8 de plata, procedentes de un pueblo cercano a Puente la Reino; no hizo el cambio y después ha visto circulara dicha moneda por la villa.

            “Domingo de Sola”, vecino de Cintruénigo de 40 años, expone que tenía que pagar al depositario junto con Clemente Garbayo, “por el arrendamiento del guardío del monte”; a cuya casa fue hace una semana y su mujer, Margarita Mateo, le dio 13 reales en dinerillos nuevos; los tenía aparte, porque sospechaba de su validez; y en efecto, el depositario no los quiso aceptar, por lo cual se los devolvió a Clemente; después ha llegado esta investigación oficial.
            “Domingo de Mena”, vecino de Cintruénigo de 40 años, declara que hace un mes viajó con Juan Escudero y Clemente Garbayo con unas cargas de vino, para venderlo en Cirauqui; entre los compradores estaba Miguel, el cerero, y cobraron en plata y avena; les prometió tener “dinerillos para el día 12 de mayo; sabe que han vuelto sus compañeros a Cirauqui y que después ha circulado la moneda falsa en cuestión.
            “Joseph Garvayo y Saldueña”, vecino de Cintruénigo de 42 años, hermano de Clemente, recibió 50 reales en la moneda, ahora perseguida, con la que le pagó una deuda Juan Escudero y la mezcló con otra monedas, pensando que el lote era bueno.
            “Marcos Ximénez Fita”, vecino de Cintruénigo de 42 años, recuerda que el día 10 de mayo salió con Juan y Clemente con 5 cargas de vino tinto para venderlo en Cirauqui y que les acompañó también José Calahorra, vecino así mismo de Cintruénigo, quien llevaba otra carga por su cuenta; todo el vino lo compró un cerero de Cirauqui, que dejó 2 cargas en casa y las otras 4 les hizo llevar a legua y media, a “Guirisoain”. El testigo fue a llevar el vino acompañado de un “criado o sobrestante” y los otros se quedaron ajustando el precio, que fue en 4 reales y medio por cántaro. Días después pasó a cobrar su parte a casa de Juan Escudero, que como le pagaba en dinerillos nuevos, no los quiso aceptar y aun no ha cobrado.
            “Joseph Calaorra”, vecino de Cintruénigo de 52 años, el día 10 marchó con una carga de vino en su mula por su cuenta con los otros compañeros a Cirauqui, donde se quedó en la plaza mientras uno llevaba a “Guirisoain” las 4 cargas y los otros dos concertaban el precio del tinto; los cuales le dijeron que lo habían cobrado “en dos doblones de a ocho, pero el testigo no los vio”, ni tampoco ha cobrado lo suyo.
            “Don Joseph de Navasqués y Arguedas”, vecino de Cintruénigo de 43 años, declara que le habló Francisco Argaiz de cambiar plata por dinerillos en proporción de 12 a 8 y le aconsejó no meterse en ese lío. También a él le ofrecieron el cambio y cogió “quatro o seis dinerillos de los que se tenían por sospechosos y los remitió dentro de una carta a un amigo de dicha ciudad de Zaragoza”. Le contestó que eran falsos y así se lo comunicó al alcalde y los del gobierno de la villa, iniciándose el expediente.
            El alcalde, Leandro de Leoz, acompañado del escribano “Joseph Xil y Muro” va a la cárcel, donde los tenía presos, para tomarles declaración:
            Clemente Garbayo dijo tener 48 años y que está preso desde ayer a la noche por orden del alcalde, acusándole de introducir moneda falsa. Cuenta que llevaron vino a Cirauqui, donde les pagó Miguel el cerero “en moneda de oro y le sobraron hasta 22 reales y sobre esta partida les dio también en dinerillos hasta 110 reales, encargándoles que se los comprasen de alpargatas y se las llevasen en la primera ocasión”.
            “Juan Escudero, alias el Zafranero”, de 45 años explica el viaje a Cirauqui con las 6 cargas de vino tinto, coincidiendo en todo con el testigo anterior. Reside en Cintruénigo desde hace 5 años y vive acarreando aceite, “zafrán”, de donde le viene el alias, y otros productos.
            “Juan Martín de Navasqués”, justicia de la villa, a cuya custodia y cargo están ambos presos en la cárcel, recibe orden de no dejarles salir.
            El 27 de mayo de 1712 el alcalde publica un bando para que todos los que tengan dinerillos, que crean falsos, “acudan a manifestarlos en la casa y poder de Blas de Nos, depositario de la villa”, donde se anotarán las entregas y quedarán en depósito.
            Manda también a Pamplona una muestra de los dinerillos y el Fiscal reacciona dando orden de captura del cerero de Cirauqui y pide que se averigüe el caso.
            El 9 junio la Real Corte manda prender a Miguel Larrayoz y requisar la falsa moneda.
            El día 11 un escribano apresa en Cirauqui al cerero en presencia del alcalde, Juan Martelo, para que lo envíe a las cárceles reales. Revisan la casa del acusado y encuentran abundante cera y ropa, “más un cofrecillo pequeño con algunas chucherías de mujer” y en otra casa 24 cargas de vino, etc.
            La mujer de Miguel Larrayoz, María Josefa Pardo, tiene 27 años, dice que se casaron hace unos 7, que no han tenido ni vendido corderos, ni han querido recibir dinerillos; hace un mes compraron vino tinto, “para dar color a los vinos de la cosecha de su casa” y lo pagaron en público en trigo y avena. En el registro no se encontró dinerillo alguno falso; así es que el 13 de junio de 1712 la acusación no se corresponde en nada con la vida y bienes del cerero de Cirauqui, donde el día anterior testificaron:
            “Manuel de Osava”, vecino de Cirauqui de 60 años, sabe que hace mes y medio trajeron vino al pueblo unos que se decían de Cascante y que el vino era de Ablitas; prometieron volver con más vino tinto. Le consta que el acusado no tiene trato ni negocios con Aragón.
            “Juan de Iturgaiz y Urabaien”, vecino y regidor de Cirauqui, de 50 años, coincide con el anterior en su exposición, pero cree que dijeron que eran de Cintruénigo los del vino.
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