Tudela: 1796
Jacinto López de Goicoechea, casado con María Luisa Iriarte
Antonio Rubio de Tulebras contra Jacinto López de
Goicoechea, de Tudela, sobre la entrega de una porción de rosetas o plancha de
cobre.
“Blas
Antonio del Rey, Procurador de Jacinto López de Goicoechea, vecino de la ciudad
de Tudela, dice que a fines de marzo último (de 1796), recibió a portes de Don
Joaquín de Yaben y Compañía del Comercio de esta ciudad (Pamplona), para
conducirlas a la de Tarazona, y entregarlas a Don Manuel de Anchóriz del
Comercio de ella, trescientas cinquenta y cinco rosetas o planchas de cobre con
peso de ochenta y tres arrovas, doce libras, colocadas en fardos y conduciendo
éstas en un carro, haviendo llegado el día primero de abril último al Puente de
Tulebras, se bulcó el carro, y los fardos cayeron en el río, que iba muy
subido, y habiendo
concurrido varias gentes que al pronto pudo buscar,
consiguió el sacar intactos los fardos y sin descabezar, a escepción de uno que
al golpe se deshizo, quedando las rosetas o planchas de él en el río, y
precisando a mi parte la continuación de su viaxe, dexó encargado a las mismas
personas que concurrieron a resulta de la desgracia, que son todos vecinos de
Tulebras, cuidase de sacar del agua las planchas del fardo desecho, a luego que
vaxase el río, y habiéndole ofrecido tendrían el mayor cuidado en recoxerlas
sacándolas del agua, les ofreció media onza de gratificación hordenándoles que
estraídas que fuesen del agua las planchas del fardado desecho, las entregasen
a Antonio Rubio, vecino de dicho pueblo de Tolebras, quien quedó encargado de
recibirlas, y también quedaron en su poder los restantes fardos sin descavezar:
Los
referidos vecinos de Tulebras, cumpliendo con lo que ofrecieron a luego que lo
permitieron las aguas, sacaron del río las planchas de dicho fardo desecho, que
heran veinte y quatro y las entregaron en virtud del encargo que mi parte les
hizo, al mencionado Rubio, quedando en poder de éste íntegramente y sin
desfalco algunos las trescientas cinquenta y cinco del total de la remesa, y
haviendo acudido mi parte a recoxer los fardos y planchas sueltas, que
entregaron los vecinos de Tulebras, se encontró con la novedad de que aquellos
se hallaban desechos, y descabezados y habiéndolos recibido en esa forma, los
conduxo a Tarazona y se advirtió al tiempo de entregarlos al citado Don Manuel
de Anchóriz, para quien hiban dirixidos, faltavan veinte y quatro piezas o
planchas con peso de cinco arrobas veinte libras, sin que por diligencias
repetidas que ha echo aya podido descubrir su paradero y para apurarlos:
Suplico a
Vuestra Magestad mande recibir información al thenor de este pedimento por
testimonio de qualquiere vuestro escribano real y con vista de lo que de ella
resulte, reserva mi parte husar de los recursos que le comvengan, y sea
arreglado a Justicia, que pido. Blas Antonio del Rey”.
“Decreto.
Se reciba con citación de Manuel Rubio”.
“Auto.
Proveyó y mandó lo sobredicho la Corte en Pamplona en el acuerdo a diez y seis
de junio de mil setecientos nobenta y seis, y hacer auto a mí, presentes los
Señores Rodríguez, Nieva, Udy e Ivar. Navarro: Pedro de Barricarte, escribano.
Por traslado, Pedro de Barricarte, escribano”.
El 1 de
julio de 1796 en Tulebras le comunican la reclamación a Antonio Rubio.
El carro y
las caballerías, mulas, cayeron al río Queiles; ese mismo primero de julio
declararon varios testigos en Tulebras y entre los que sacaron el carro y el
cobre estaba “Fulano Lapuerta, alias Conejo... natural de Vera de Aragón”.
Carlos García, vecino
de Valtierra, de 40 años conducía el carro cargado de las planchas de cobre con
destino a Tarazona; el hijo de Jacinto López de Goicoechea, llamado Miguel,
llevaba otro carro mulas también con planchas: “y es cierto que al ... COMPLETO EN PDF
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