Alsasua: 1790: sobre una puerta abierta hacia una era.
Los cargos
del Valle correspondían a vecinos de Urdiain y los ejercían:
Alcalde: Francisco Goicoechea y Echeverría,
Teniente Alcalde: Lucas Echeverría,
Merino o Almirante: Juan Francisco Larraza, natural de
Ataun, habitante en Urdiain de 56 años.
A la muerte de Juan José Menjón
(casado con Mariana Iriarte) sus herederos han repartido sus bienes, y “entre
ellos han hecho partición de la casa principal e intentan hacer dos con ella, y
a ese fin María Catalina y María
Gertrudis han dado principio a abrir una nueva
puerta a la parte del Poniente”, de lo que protestan los vecinos, pues creen
que pueden abrirla hacia el mediodía; es decir abrir otra en el mismo lado en
el que está la puerta principal. María Gertrudis estaba soltera.
La casa
estaba en el Barrio de Zuastia, y distaba 9 pies de la de Miguel Goicoechea por
la parte del “septentrión o cierzo”; y habiendo sido requerido el escribano
Francisco López de Goicoechea para levantar acta, certificó el 4 de marzo de
1790 que estaba abierta recientemente “una puerta de 6 pies de largo y 3 de
ancho”. Al parecer la puerta se abrió ese mismo día 4 al amanecer, con gran
rapidez, pues para las 9 de la mañana estaba ya como la encontró el escribano,
ya que imaginaban que se lo iban a impedir, dicen los que se oponen, Lecea y su
compañero Goicoechea.
El padre,
Juan José Menjón, sabiendo que no tenía derecho a abrir ventanas, obtuvo
permiso de los denunciantes, “para que abriese una visera o saetera reducida”,
es decir una “ventanilla como de pie y medio en quadro”.
El párroco
de Alsasua era Don Martín Ascarza, hermano de Juan Ascarza, casado con Catalina
Menjón; este Abad de Alsasua se llevaba mal con Cristóbal Goicoechea, y le
acusa además de ser el clérigo el principal promotor del lío.
Cada parte
presenta sus artículos de prueba y declaran sobre los mismos los testigos que
proponen. En primer lugar lo harían los favorables a Goicoechea el día 22 de
marzo de 1790; la era de la disputa, a la cual accedía la nueva puerta, perdía
derechos por la servidumbre de paso, y estaba al Poniente de la casa de los
herederos de Menjón; cuya casa tenía su puerta principal al mediodía, sin que
tuviera otra; en el reparto dicha puerta le tocó a José Miguel Menjón, uno de
los hermanos herederos, así como una huerta enfrente de la casa; tenía 34 años
y estaba casado con Manuela Uribezalgo de 39. Él mismo dice que anda “en varios
pueblos en travajar en su oficio de esquilador o afaitador de azémilas.”
Sobre los Menjón sirvan estas referencias:
Del matrimonio Juan José Menjón y Mariana Iriarte (ya
difuntos) vivían sus hijos José Miguel, Joaquín Miguel, María Catalina, María
Gertrudis y Juan José Menjón, que se había marchado a Indias, y no participó en
el reparto de la herencia, admitiendo que tendría su parte, si acaso volvía de
América.
Las personas, que intervienen en la desavenencia, dejan
estas señas:
Cristóbal Goicoechea y Echeverría, de 56 años, estaba casado
con María Josefa Uribe, siendo su madre Teresa Fernández (viuda de Martín
Goicoechea). Sobre el apellido Uribe suele citarse en general como Uribezalgo.
María Josefa Uribezalgo era hija de Juan Martín Uribezalgo y de María López de
Goicoechea.
La casa de los Menjón había sido de Martín Elizalde y Tomasa
Sáez, quienes a su vez la habían comprado a María Martín Sainz.
José Ignacio Lecea estaba casado con María Catalina
Echeverría; era dueño de una casa, que había sido del escribano ya difunto,
Miguel Fernández de Garayalde y Lazcano.
Miguel Antonio Urrustarasu, de 45 años, estaba casado con
María Asensia Uribe.
Los que abrieron la pared y colocaron la puerta fuero:...
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