herencia de la dicha Antonia de Celaya, su muger y madre, y
el dicho pleito a cesado por muerte della, en que a tenido muchos y diferentes
gastos y que es necesario el seguir y acabar el dicho pleyto y en acabando ará
inventario de los gastos que a tenido y tubiere y el dicho pleyto pende en el
oficio de Diego de Cáseda y Villamayor, escribano de la Real Corte.
Gastos de entierro
Primeramente al entierro de la dicha Antonia de Zelaya
fueron convidados los sacerdotes de los lugares de Urdiain, Olazagutia, y del
dicho lugar de Alsasua, y el Abad del lugar de Iturmendi, y se les dio de
estipendio a dos reales, a más del gasto de la comida.
Ítem gastó el día del entierro de la dicha Antonia de Zelaya
con los parientes y otras personas que asistieron quatro robos y medio de trigo
en pan a precio de medio ducado el robo, nueve cántaros de vino a dos reales y
quartillo el cántaro, veinte libras de abadejo en seco a precio de a dos tarjas
la libra, un ciento de sardinas arenques que costaron quatro reales, dos libras
de congrio seco, quatro reales de huebos, catorce libras de aceyte a precio de
tres tarjas la libra de congreo costó a real la libra, en queso y vinagre se
gastaron dos reales y tres tarxas, cinco libras y media de zera amarilla a
precio de a tres reales y quartillo la libra, más una libra de zera ilada
amarilla, que costó tres reales y quartillo, un ávito de San Francisco, en que
fue enterrada dicha Antonia de Celaya costó veinte y quatro reales, dos reales
por una misa, que se celebró en el Umilladero del Santo Christo un real,
por otra misa que se celebró en la parroquial del dicho lugar a intención de la
dicha Antonia, dos reales por los responsos del noveno, y nueve panes de seis
libras, que se ofrecieron en la dicha iglesia también en el nobeno a tres
tarxas menos dos marabedís el pan, más a gastado dos reales de legumbre y se
les dio a dos personas que asistieron en adrezar la comida dos reales a real,
más embió un propio al médico de la villa de Segura estando enferma la dicha
Antonia de Celaya con relación que hizo el zirujano y le embió dos reales y
otros dos al propio de comida y jornal y trajo unos cordiales y aquellos están
sin ajustar con el boticario de la dicha villa de Segura, todas las partidas
deste ítem incluso los veinte reales de los sacerdotes montan ciento y
cinquenta y nueve reales y medio salvo error.
Ítem veinte y ocho reales por veinte y ocho misas, que son
las hordinarias que se acostumbran en el dicho lugar.
Ítem diez y ocho reales por el estipendio de doze misas que
se an celebrado por la alma de la dicha Antonia de Celaya.
Ítem a de ofrecer el otorgante en la dicha parroquia del
dicho lugar y en la sepultura donde está enterrada la dicha Antonia de Zelaya
por su alma y encomendados por tiempo de dos años pan, cera, y cornados y
cumplidos ará memoria de lo que monten para hazerse pagado de sus bienes....
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